miércoles, 23 de septiembre de 2020

TABERNAS DE SAJAMBRE ENTRE 1667 Y 1898

 

En 1579 y 1581, los sajambriegos declararon a las autoridades fiscales del reino que no existía taberna o mesón alguno en todo el valle. Sin embargo, casi un siglo después, en la segunda mitad del siglo XVII sabemos que existían tabernas en Oseja, Soto y Ribota.  Estos establecimientos se abrían donde existía tráfico de viajeros, como se dice en algunos documentos que tratan del tema. Así en uno de ellos, fechado en 1716, se escribió:   

…Conbiene aya tabernas públicas para los que transiten de unos tránsitos a otros y, particularmente, la debe de aber en el lugar de Oseja, como cabeça de jurisdiçión, y lugar de Soto, como más ymmediato a subir y bajar puerto.

El camino real, el paso de Pontón y, sobre todo, la capitalidad de Oseja hacían de esta villa el lugar principal para la existencia de una taberna. Como se dice en 1716, el tránsito por Beza justificaba la de Soto. Y en la segunda mitad del siglo XVII hubo una tercera en Ribota, seguramente gracias a la entrada y salida de gentes por el camino del Beyo. Sin embargo, a lo largo del siglo XVIII la taberna de Ribota terminó desapareciendo.  

Hasta 1818 y quizás durante más tiempo, todas las tabernas de Sajambre dependían de las asambleas vecinales, siendo los regidores y vecinos los encargados de arrendarlas al mejor postor.  El arrendamiento se renovaba cada año, siempre con condiciones.  En épocas de dificultades económicas resultaba complicado formalizar los contratos. Por ejemplo, durante la Guerra de Sucesión y en la inmediata posguerra, es decir, en los años 1714 y 1716, no hubo quien quisiera hacerse cargo de las tabernas sajambriegas, conservándose documentos sobre los perjuicios que esto causaba.

Los arrendatarios solían ser vecinos de la localidad, normalmente dos, aunque también podían adjudicarse a gente de fuera. Así, en 1715 la taberna de Soto fue entregada a Domingo Casado, vecino de Vegacerneja.  

Las condiciones que se repiten en los contratos de arrendamiento son la de vender todo tipo de vino traído en las carreterías, mencionándose el mosto, el vino “nuevo” (o joven), el vino añejo, el blanco, el tinto, el de Tudela o el de Rueda y la de vender según los precios que se ajustaban tres veces al año en Burón: 

… A regimiento que se açe en la villa de Burón, cabeça desta Merindad, por nuebe regidores, cuyo regimiento se açe tres beçes en el año al bino nuebo y un regimiento en março, otro y otro en últimos de San Juan, cuyos tienpos son para conoçer lo alto y bajo que puede andar onde se coge. Y conforme a los tales regimientos nos hemos gobernado en este concejo, y de ymmemorial tiempo a esta parte no se arrendó taberna en este conçejo que no fuese a regimiento de Baldevurón.

Asimismo, se exigía que los adjudicatarios se comprometieran a estar abastecidos de género en todo momento, bajo pena de ser multados si el desabastecimiento se prolongaba más allá de tres días.  En el siglo XVII dicha multa ascendía a cinco cántaras de vino pagadas a las asambleas vecinales propietarias de las tabernas. En no pocas ocasiones, los vecinos que acumulaban más excedentes revendieron vino a las tabernas para garantizar su abastecimiento. Esos vecinos con excedentes suficientes para dicha reventa solían ser los miembros de la familia Piñán de Cueto Luengo.  

El último requisito que se repite en los contratos sajambriegos desde el siglo XVII es la prohibición de que los particulares pudieran vender vino en sus casas, a espaldas a la taberna, bajo las siguientes penas en 1667:

Y lo mismo que nadie pueda vender vino, salvo ellos. Y si alguien lo hiciera pague 5 cántaras de vino, 3 para el lugar y 3 para los taberneros

De hecho, entre los años 1801 y 1803 se desarrolló pleito porque el vecino de Oseja, llamado Manuel Piñán, se dedicaba a vender vino de forma particular en su casa y a menor precio que en la taberna. Gracias a documentos como este, tenemos constancia de cómo los asturianos venían a comprar vino a Sajambre.

Muchas de las menciones documentales a las tabernas sajambriegas son de carácter genérico, pero gracias a varios registros más explícitos podemos proporcionar los nombres de algunos taberneros anteriores a 1900.

1667: Pedro González y Damián Díaz, taberna de Oseja, vecinos de Oseja.

1671: Julián Díez de Caldevilla, taberna de Oseja, vecino de Oseja.

1672: Simón y Lupercio Díez, taberna de Ribota, vecinos de Ribota.

1713: Toribio Díaz de Oseja y Pedro Alonso Tielve, taberna de Oseja, vecinos de Oseja.

1716: Domingo Casado, taberna de Soto, vecino de Vegacerneja.

1801: Agustín Piñán de Cueto Luengo, taberna de Oseja, vecino de Oseja.

1818: José Alonso Díaz y Manuel de Mendoza, taberna de Oseja, vecinos de Oseja.

1826: José Calvo y Bartolomé Alonso, taberna de Oseja, vecinos de Oseja.

En la Gaceta de Madrid, antecedente del actual BOE, se publicó la notificación del expediente administrativo por fraude fiscal, incoado el 23 de septiembre de 1898 y fallado el 29 de julio de 1901 contra “el tabernero de Oseja de Sajambre”, llamado Juan Díaz.

3 comentarios:

lourdes vega dijo...

Me resulta muy interesante y curioso el tema...con razón lo del chiste...España sin Bares ya no es España ...Es: Es, pa, ná... Gracias Elena y veo un conocido mío entre esos nombres, no, no es que yo lo conociera es que era Primo carnal de mi abuelo Domingo el de la Yana. Agustín Piñán que por cierto se casó en Ribota como mi abuelo.

Elena E. Rodríguez Díaz dijo...

Hola, Lourdes.

En el pasado, en concreto desde la Edad Media, el vino fue un complemento de la alimentación. Formaba parte de la dieta cotidiana y les aportaba nutrientes. Por ejemplo, recuerdo haber leído en un documento del Archivo Piñán que en el siglo XVII daban vino blanco a las recién paridas para que se fortalecieran. Además, tenía usos medicinales. Eso creían. Por tanto, el vino era una necesidad alimenticia y médica muy real para ellos. De ahí que la función de las tabernas en lugares mal abastecidos de vino, como es el caso, fuera mucho más allá de un mero establecimiento lúdico.

De otro lado, el Agustín Piñán que aparece aquí me parece que no es quién tú crees. El que yo menciono es más antiguo. No tengo noticia de que se casara en Ribota y vivió en la casa-palacio de los Piñán en Oseja.

El nombre de "Agustín Piñán" se repite en el linaje principal (de la casa grande), pero también en la línea bastarda de quienes descendían directamente del comisario Domingo Piñán, es decir, de los cuatro hijos varones naturales que tuvo el cura Domingo Piñán antes de 1652. Todos los Piñán sajambriegos que NO descienden de la casa grande, que son la mayoría de los Piñán de Oseja, Soto y Ribota sobre todo (también Vierdes y Pio), son descendientes de las líneas ilegítimas de aquellos cuatro hijos varones del cura de Oseja y Soto, y comisario de la Inquisición, Domingo Piñán, contemporáneo y amigo del Arcediano, quien conocía de sobra su forma de vida y nunca se opuso a ella, al contrario.

lourdes vega dijo...

Sí claro, ya me di cuenta que debía ser hijo de éste por las fechas, pero seguro que era de esa familia y por lo tanto primo de mi abuelo que fue así no por el Piñán por el segundo apellido Piñán Rodriguez...y mi abuelo siempre lo contaba...su primo Agustín Piñán

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