En 1579 y 1581, los sajambriegos declararon a las autoridades fiscales del reino que no existía taberna o mesón alguno en todo el valle. Sin embargo, casi un siglo después, en la segunda mitad del siglo XVII sabemos que existían tabernas en Oseja, Soto y Ribota. Estos
establecimientos se abrían donde existía tráfico de viajeros, como se dice en
algunos documentos que tratan del tema. Así en uno de ellos, fechado en 1716,
se escribió:
…Conbiene aya tabernas públicas para los que
transiten de unos tránsitos a otros y, particularmente, la debe de aber en el
lugar de Oseja, como cabeça de jurisdiçión, y lugar de Soto, como más ymmediato
a subir y bajar puerto.
El camino real, el paso de Pontón
y, sobre todo, la capitalidad de Oseja hacían de esta villa el lugar principal
para la existencia de una taberna. Como se dice en 1716, el tránsito por Beza
justificaba la de Soto. Y en la segunda mitad del siglo XVII hubo una tercera
en Ribota, seguramente gracias a la entrada y salida de gentes por el camino
del Beyo. Sin embargo, a lo largo del siglo XVIII la taberna de Ribota terminó
desapareciendo.
Hasta 1818 y quizás durante más
tiempo, todas las tabernas de Sajambre dependían de las asambleas vecinales,
siendo los regidores y vecinos los encargados de arrendarlas al mejor postor. El arrendamiento se renovaba cada año, siempre
con condiciones. En épocas de
dificultades económicas resultaba complicado formalizar los contratos. Por
ejemplo, durante la Guerra de Sucesión y en la inmediata posguerra, es decir,
en los años 1714 y 1716, no hubo quien quisiera hacerse cargo de las tabernas
sajambriegas, conservándose documentos sobre los perjuicios que esto causaba.
Los arrendatarios solían ser
vecinos de la localidad, normalmente dos, aunque también podían adjudicarse a
gente de fuera. Así, en 1715 la taberna de Soto fue entregada a Domingo Casado,
vecino de Vegacerneja.
Las condiciones que se repiten en
los contratos de arrendamiento son la de vender todo tipo de vino traído en las
carreterías, mencionándose el mosto, el vino “nuevo” (o joven), el vino añejo,
el blanco, el tinto, el de Tudela o el de Rueda y la de vender según los
precios que se ajustaban tres veces al año en Burón:
… A regimiento que se açe en la villa de Burón,
cabeça desta Merindad, por nuebe regidores, cuyo regimiento se açe tres beçes
en el año al bino nuebo y un regimiento en março, otro y otro en últimos de San
Juan, cuyos tienpos son para conoçer lo alto y bajo que puede andar onde se
coge. Y conforme a los tales regimientos nos hemos gobernado en este concejo, y
de ymmemorial tiempo a esta parte no se arrendó taberna en este conçejo que no
fuese a regimiento de Baldevurón.
Asimismo, se exigía que los
adjudicatarios se comprometieran a estar abastecidos de género en todo momento,
bajo pena de ser multados si el desabastecimiento se prolongaba más allá de
tres días. En el siglo XVII dicha multa
ascendía a cinco cántaras de vino pagadas a las asambleas vecinales
propietarias de las tabernas. En no pocas ocasiones, los vecinos que acumulaban
más excedentes revendieron vino a las tabernas para garantizar su
abastecimiento. Esos vecinos con excedentes suficientes para dicha reventa solían
ser los miembros de la familia Piñán de Cueto Luengo.
El último requisito que se repite en los contratos sajambriegos desde el
siglo XVII es la prohibición de que los particulares pudieran vender vino en
sus casas, a espaldas a la taberna, bajo las siguientes penas en 1667:
Y lo mismo que nadie pueda vender vino, salvo
ellos. Y si alguien lo hiciera pague 5 cántaras de vino, 3 para el lugar y 3
para los taberneros
De hecho, entre los años 1801 y
1803 se desarrolló pleito porque el vecino de Oseja, llamado Manuel Piñán, se
dedicaba a vender vino de forma particular en su casa y a menor precio que en
la taberna. Gracias a documentos como este, tenemos constancia de cómo los
asturianos venían a comprar vino a Sajambre.
Muchas de las menciones
documentales a las tabernas sajambriegas son de carácter genérico, pero gracias
a varios registros más explícitos podemos proporcionar los nombres de algunos
taberneros anteriores a 1900.
1667: Pedro González y Damián Díaz, taberna de Oseja,
vecinos de Oseja.
1671: Julián Díez de Caldevilla, taberna de Oseja,
vecino de Oseja.
1672: Simón y Lupercio Díez, taberna de Ribota,
vecinos de Ribota.
1713: Toribio Díaz de Oseja y Pedro Alonso Tielve,
taberna de Oseja, vecinos de Oseja.
1716: Domingo Casado, taberna de Soto, vecino de
Vegacerneja.
1801: Agustín Piñán de Cueto Luengo, taberna de
Oseja, vecino de Oseja.
1818: José Alonso Díaz y Manuel de Mendoza,
taberna de Oseja, vecinos de Oseja.
1826: José Calvo y Bartolomé Alonso, taberna de
Oseja, vecinos de Oseja.
En la
Gaceta de Madrid, antecedente del actual BOE, se publicó la notificación del expediente
administrativo por fraude fiscal, incoado el 23 de septiembre de 1898 y fallado
el 29 de julio de 1901 contra “el tabernero de Oseja de Sajambre”, llamado Juan
Díaz.
3 comentarios:
Me resulta muy interesante y curioso el tema...con razón lo del chiste...España sin Bares ya no es España ...Es: Es, pa, ná... Gracias Elena y veo un conocido mío entre esos nombres, no, no es que yo lo conociera es que era Primo carnal de mi abuelo Domingo el de la Yana. Agustín Piñán que por cierto se casó en Ribota como mi abuelo.
Hola, Lourdes.
En el pasado, en concreto desde la Edad Media, el vino fue un complemento de la alimentación. Formaba parte de la dieta cotidiana y les aportaba nutrientes. Por ejemplo, recuerdo haber leído en un documento del Archivo Piñán que en el siglo XVII daban vino blanco a las recién paridas para que se fortalecieran. Además, tenía usos medicinales. Eso creían. Por tanto, el vino era una necesidad alimenticia y médica muy real para ellos. De ahí que la función de las tabernas en lugares mal abastecidos de vino, como es el caso, fuera mucho más allá de un mero establecimiento lúdico.
De otro lado, el Agustín Piñán que aparece aquí me parece que no es quién tú crees. El que yo menciono es más antiguo. No tengo noticia de que se casara en Ribota y vivió en la casa-palacio de los Piñán en Oseja.
El nombre de "Agustín Piñán" se repite en el linaje principal (de la casa grande), pero también en la línea bastarda de quienes descendían directamente del comisario Domingo Piñán, es decir, de los cuatro hijos varones naturales que tuvo el cura Domingo Piñán antes de 1652. Todos los Piñán sajambriegos que NO descienden de la casa grande, que son la mayoría de los Piñán de Oseja, Soto y Ribota sobre todo (también Vierdes y Pio), son descendientes de las líneas ilegítimas de aquellos cuatro hijos varones del cura de Oseja y Soto, y comisario de la Inquisición, Domingo Piñán, contemporáneo y amigo del Arcediano, quien conocía de sobra su forma de vida y nunca se opuso a ella, al contrario.
Sí claro, ya me di cuenta que debía ser hijo de éste por las fechas, pero seguro que era de esa familia y por lo tanto primo de mi abuelo que fue así no por el Piñán por el segundo apellido Piñán Rodriguez...y mi abuelo siempre lo contaba...su primo Agustín Piñán
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