miércoles, 17 de septiembre de 2014

SAJAMBRIEGOS QUE FUERON MERINOS MAYORES DE LA MERINDAD DE VALDEBURÓN




De los 23 Merinos Mayores de Valdeburón que tengo documentados hasta el día de hoy, 6 fueron sajambriegos. El número debió ser algo mayor, aunque al conservarse incompleta la serie documental debemos conformarnos con lo que nos van brindando los testimonios escritos del pasado.  

El cargo de Merino Mayor fue el más codiciado de la comarca y el que mayor prestigio social y poder político reportaba tanto a quien lo ostentaba, como a su familia. 

Su función era exclusivamente judicial, en grado de apelación o juez de segunda instancia, que diríamos hoy. Además, tenía derecho a un porcentaje de las multas impuestas, por lo que el cargo también reportaba notables ingresos a su titular. Solo podía ser desempeñado por nobles y, según los privilegios de la Merindad, era elegido por los concejos, excepto en los períodos en los que formó parte del Principado de Asturias.

Como se va ver muy claramente en la relación que adjunto, quienes desempeñaron el cargo pertenecieron a familias que se casaron entre sí, formando redes de poder. Los sajambriegos distinguidos con dicho honor, documentados hasta el momento, fueron los siguientes.

1666: DON LEONARDO GARCIA, vecino de Soto y marido de Dña. Francisca de la Caneja, descendiente del Arcediano Don Pedro Díaz de Oseja.


Hidalgo notorio, natural del concejo de Amieva, casó con la hermana del arcediano de Villaviciosa, Don Diego de la Caneja. Una hija suya emparentó con los Gómez de Caso de Burón al contraer matrimonio con el tercer Alonso Gómez de Caso, otra de las familias con Merinos Mayores de Valdeburón. Vivía en la casa que poseía su mujer en Soto, llamada con el tiempo la Casa Candamo. Ocupó varios oficios públicos en Sajambre.


1677: DON LEONARDO GARCIA, vecino de Soto, natural del Amieva y marido de Dña. Francisca de la Caneja, descendiente del Arcediano Don Pedro Díaz de Oseja.

1679: DON LEONARDO GARCIA, vecino de Soto, natural del Amieva y marido de Dña. Francisca de la Caneja, descendiente del Arcediano Don Pedro Díaz de Oseja.

Antes de 1698: JUAN DE MARTINO, vecino y natural de Soto. 


De condición hidalga, aunque sin la categoría de notorio. Casado con María Fernández, en su inventario post mortem se dice que dejó por hijos menores a “Juan, Manuela, Rosa, María y Ana Martínez” (los Martino de Soto a veces aparecen en los documentos como Martínez). Esta Rosa Martínez o De Martino es la abuela de Ignacio y Joaquín Díaz-Caneja y Sosa y, por tanto, el Juan de Martino que había sido Merino Mayor fue bisabuelo de los célebres hermanos sajambriegos.

Vivió en una casa compuesta de “cocina, sala, aposentos, bodega y portal, y establos, que en todo son seis bigadas de casa con su portal al lado de atrás, según linda con el río caudal y con los güertos que están al lado de arriba de dicha casa y con casa de los herederos de Pedro Alonso”. Es uno de los pocos sajambriegos laicos que tenían varios censos a su favor, préstamos que hace abundantemente a partir de 1663. Murió en junio de 1699.


1698: DON LEONARDO GARCÍA DE LA CANEJA Y MENDOZA, vecino y natural de Soto.


También llamado Leonardo García de Mendoza. Hijo de Don Leonardo García y Francisca de la Caneja, descendiente del Arcediano Don Pedro Díaz de Oseja y miembro de la Casa de la Caneja. Ocupó varios oficios públicos en Sajambre. Por lo que sé hasta el momento, los miembros de la Casa de la Caneja igualan a los Gómez de Caso, de Burón, en el número de veces que fueron elegidos para ocupar el cargo de Merino Mayor de la Merindad de Valdeburón.


1699: DON LEONARDO GARCÍA DE LA CANEJA Y MENDOZA, vecino y natural de Soto.



1705: GREGORIO DÍAZ DE OSEJA, vecino y natural de Oseja.


Nacido en 1652, es de quien menos datos poseo hasta el momento. Era hermano de Pablo Díaz de Oseja, hijo de Lupercio Díaz de Oseja (fallecido en 1705) y nieto de Julián Díaz de Oseja, quien había construido una capilla funeraria para su familia, llamada de San Antonio, en el lado izquierdo de la iglesia de Santa María de Oseja, donde desde entonces se enterraron los de este apellido.  


1742: TOMÁS DÍAZ DE LA CANEJA Y DÍAZ DE CALDEVILLA, vecino y natural de Oseja.  Durante su gobierno fue Teniente de Merino Mayor, Don Melchor González de Candamo, vecino de Soto, casado con una hija de Don Leonardo García de Mendoza y, para entonces, cabeza visible de la Casa de la Caneja.


Hijo de Juan Díaz de la Caneja y nieto de Tomás Díaz de la Caneja, el que se hizo llamar Díaz de Oseja y fuera escribano público del número y del ayuntamiento del Concejo de Sajambre. Este Tomás Díaz de la Caneja casó con Rosa de Martino, hija del que también fue Merino Mayor de Valdeburón, Juan de Martino.
Por consiguiente, los hermanos Ignacio y Joaquín Díaz-Caneja y Sosa fueron nietos y bisnietos de Merinos Mayores de Valdeburón. 


Antes de 1777: MARCOS ALONSO-TIELVE, vecino y natural de Oseja.


Ya era anciano cuando se le eligió como Merino Mayor, pero el hecho se recordó con orgullo en la familia. Los Alonso-Tielve, asentados en Oseja, eran originarios de Tielve, en el concejo asturiano de Cabrales y antes de llegar a Sajambre se instalaron en Valdeón. Su solar sajambriego fue el barrio de La Pandiella, de Oseja, y su casa estaba situada entre las actuales escuelas y El Campo. A partir de mediados del siglo XIX pierden el apéndice toponímico de su apellido pero siguen documentándose en Oseja. Sus descendientes sajambriegos llegan al siglo XX. Los Alonso-Tielve desempeñaron otros oficios públicos en Sajambre (regidores, jueces, fieles de fechos, etc).


4 comentarios:

lourdes vega dijo...

Qué alegría...! nos vuelves a informar de nuestra Historia y la enriqueces ahora con los Merinos de los que poco o nada sabíamos. Yo, personalmente veo que casi toda ella se desenvolvía entre Soto y Oseja y entiendo ahora esa rivalidad que siempre hubo entre los dos pueblos ...a ver quien era mejor y cual era más importante...cosa que no ocurría en los demás de Sajambre.

Elena E. Rodríguez Díaz dijo...

Sí, Lourdes, regreso, aunque mis obligaciones me impiden dedicarle al blog todo el tiempo que me gustaría. Hubo más merinos sajambriegos con seguridad y quizás todavía aparezca algún otro. En Soto y Oseja vivieron las familias dominantes que formaron la oligarquía local. Hubo algún intento en Ribota, pero sin suerte. La mejor manera de entrar a formar parte de esa red de poder era enriquecerse o emparentar con ellos (igual que ahora). Y luego estaba la red clientelar que poseían, formada por quienes trabajaban para ellos, les debían dinero o habían sido comprados con favores y regalos (igual que ahora). A veces hasta me río cuando veo con qué artimañas intentaban conseguir el voto entre sus convecinos cuando se acercaba la época de elegir a los oficiales públicos para el ayuntamiento, lo que hacían todos los años el 1 de enero. Las denuncias por irregularidades permiten observarlo. No hay nada nuevo bajo el sol. El periodo de mayor influencia de Soto fue en la época dorada de la Casa de la Caneja, cuya decadencia se inició con el primer Candamo.

lourdes vega dijo...

Muchas gracias Elena, no sabes cuánto te agradezco que te pares a contestarme. Así se más cosas....

Elena E. Rodríguez Díaz dijo...

De nada, voy a tratar de publicar otro post antes de iniciar mis apretadas obligaciones docentes de este otoño-invierno.

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