lunes, 30 de marzo de 2009

"EL PALACIO" DE OSEJA: UN CENTRO DE PODER DE HACE MÁS DE MIL AÑOS (I).

En Oseja existe un lugar llamado El Palacio que la carretera nacional divide en El Palacio de Arriba y El Palacio de Abajo, un amplio espacio situado en el centro de la villa, perfectamente delimitado por lo que antaño fueron el cementerio medieval, las tierras de la Iglesia, ciertos caminos antiguos y el caserío campesino.

La toponimia conservó el nombre de El Palacio hasta la actualidad y los documentos de los siglos XVI, XVII y XVIII describen unas tierras de labor así llamadas entre las que existían viviendas campesinas que, a su vez, sirvieron para identificar a sus moradores en la comunidad. Este doble uso de El Palacio como tierras de cultivo y como lugar de habitación desde, al menos, el siglo XVI, indica que el edificio que dio nombre al lugar era muy anterior al 1.500. Un segundo indicio de antigüedad es la existencia de otros vestigios que hablan de una explotación de carácter feudal en Oseja, como sucede con Las Sienras. Otra evidencia es la geografía misma del lugar y el emplazamiento en un medio rural y aislado como es Sajambre. E, incluso, al hilo de la exposición quizás podamos llegar a percibir cuál fue la primitiva estructura del poblamiento en Oseja.

El nombre de lo que hoy es un barrio de la capital del valle y la antigüedad que se desprende de las menciones documentales desde el siglo XVI son testimonios patentes de la presencia de un antiguo palatium señorial que sirvió como núcleo de explotación económica del distrito rural que tenía adscrito y como centro de administración señorial con funciones judiciales. Estos palatia nunca regían y explotaban una única aldea, sino que ejercían su poder económico y jurisdiccional sobre varias aldeas del entorno. Por las características topográficas de la zona, tales aldeas bien pudieron ser las que con el tiempo conformarían el Concejo de Sajambre.

En este viaje que nos va a hacer retroceder en el tiempo más de mil años, nos servirán como guía los trabajos del mayor especialista español en el mundo rural de la Alta Edad Media, don José Ángel García de Cortázar, quien además es un magnífico conocedor de la historia rural del norte peninsular.

sábado, 28 de marzo de 2009

LINAJE DEL ARCEDIANO (II): descendientes de la hermana Francisca.

Por razón de sus casamientos, las hermanas del Arcediano echaron raíces en Oseja, Soto y Valdeón. Coincido con el padre Martino en que Francisca fue la hermana mayor.

Francisca casó en Oseja con el hidalgo notorio, Alonso Díaz de Caldevilla, del que ya había enviudado en el año 1618. Dos años antes, el 14 de septiembre de 1616, aparece como “Francisca Fernández, ama y hermana de Pedro Díaz” (1). En aquellos años era el ama de su hermano, cuando éste disfrutaba del curato de Oseja y cuya posesión se hallaba legalmente en entredicho. En tal fecha y estando Pedro Díaz ausente, se notifica a Francisca que el futuro Arcediano ha agotado todos los plazos y cuenta con tres días para satisfacer la indemnización de 40.000 maravedíes a que había sido condenado por efectuar una permuta fraudulenta, bajo las severas penas de cárcel y excomunión mayor. El 23 de junio de 1618, Francisca se halla presente cuando el enviado del obispo de León notifica a la feligresía, reunida en misa mayor, que el Arcediano ha sido depuesto de su beneficio de cura párroco de Oseja y su anexo Soto (2).

El matrimonio de Francisca y Alonso tuvo un hijo seguro, llamado Juan Díaz de Caldevilla, a quien el Arcediano entrega en foro parte de sus casas en el barrio de Las Cortes: “la qual cassa se la tengo dada en foro a Juan Díaz de Caldevilla, mi sobrino, hijo de Françisca Díaz, mi hermana”.

Dicho Juan Díaz de Caldevilla tenía en el año 1665 un hija llamada Isabel Díaz que casó con Juan Fernández del Corral, vecino de Soto de Sajambre.

Con ésta o con una de las ramas de los descendientes de la hermana María (más bien creo que esto último), pudo estar emparentado otro “sobrino” que el Arcediano menciona en su testamento y que lleva el apellido Díaz: Matías Díaz, muerto antes de 1665.

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NOTAS
(1) Eutimio Martino, Hombres de Sajambre, León 1987, 28. Véase cómo Francisca toma el apellido de su madre.
(2) Eutimio Martino, Hombres de Sajambre, 27-29 y 33.

jueves, 26 de marzo de 2009

NOTAS SOBRE MOVILIDAD DE POBLACIÓN EN SAJAMBRE ENTRE 1300 Y 1700.

Ya vimos en otro lugar cómo las necesidades obligaron a muchos sajambriegos a huir de su tierra natal en busca de fortuna, desperdigándose por España e, incluso, partiendo hacia Las Indias en fecha tan temprana como 1512. Me interesa ahora fijarme en las gentes que llegaban a Sajambre y se establecían en valle. ¿De dónde procedían? ¿Eran muchos o eran pocos? ¿Cuáles fueron las razones que les llevaron a instalarse en este concejo?

Para intentar responder a estas preguntas vamos a prestar atención a los apellidos de los vecinos de Sajambre y a las alusiones que los documentos hagan sobre su origen geográfico. Y lo haremos sobre un centenar de documentos datados entre los años 1300 y 1700. Lógicamente, las fuentes no siempre son expresivas o no podemos contar con toda la información que desearíamos sobre los individuos documentados. Pese a ello, los casos con datos útiles proporcionan el siguiente resultado:

1. La conclusión más patente es la escasa presencia de apellidos foráneos en el período analizado, dominando de manera clara los nombres autóctonos que se repiten. Respondemos de esta manera a uno de los interrogantes planteados.

2. Entre los inmigrantes, un 50% se compone de personas de origen asturiano, especialmente de los concejos de Cangas de Onís (Caño, Labra, Següenzo), Amieva (Vega de Cien, Amieva) y Cabrales (Tielve, Bulnes). Un 16’66% son gentes originarias de Acebedo y Burón (Lario, Cuénabres). Un 11’11% llegaron de Valdeón, un 5’55% de Cantabria y otro 16’66% eran individuos de procedencias desconocidas.

3. Cuando tenemos la suerte de que la documentación sea expresiva, nos topamos con algunas de las razones que llevaron a estos individuos a asentarse en Sajambre entre el 1300 y finales del 1.600. Una de ellas fue la del matrimonio (como Ana Sánchez de Vega, natural del concejo de Amieva, que se casa con un miembro de la familia Piñán) o las relaciones ilegítimas (como María de Acebedo, quien tras vivir amancebada dejó cuatro hijos en Oseja). Otra causa es la llegada de curas, vicarios o tenientes de cura, con el arribo ocasional de algunos familiares que acaban quedándose en el valle (Juan González de Prada y tal vez Juan Manuel de Posada).

A partir del siglo XVIII parece observarse una movilidad algo mayor, aunque no en demasía. La mejora en las vías de comunicación debió contribuir bastante.

Para saber qué sucedió con los vecinos de Sajambre establecidos en los concejos circundantes tendríamos que manejar fuentes de tales lugares. De momento, sólo puedo mencionar lo que he observado en los documentos de Valdeón y lo que se desprende de la propia documentación sajambriega.

Como simples ejemplos podemos citar a Juan de Sajambre, que está documentado en Posada de Valdeón entre 1425 y 1443. Juan de Ribota, que vive en Valdeón en 1551. Juana Díez de Oseja, que se fue a vivir a Amieva al casarse con Juan Fernández Prunales de Granda; y su hermana, Catalina, que se marchó de Oseja cuando casó con el asturiano Fernando Poleto (1632). Manuel Díez de la Caneja, que vive en el concejo de Parres en 1692; etc.

Allende Pontón encontramos a la familia de Alfonso Pérez de Vierdes que tenía propiedades en Portilla de la Reina alrededor del año 1408 (le dedicaré un post en breve). Dos vecinos de Ribota que están documentados en 1607 en Vegacerneja (1). Juan del Collado, natural de Pío, que siendo vecino de Pedrosa, reside en León mientras se prepara para cantar misa. Sebastián Fernández de Cueto Luengo, originario de Ribota, que es clérigo en Gradefes, al igual que Domingo Piñán mientras estuvo de cura en la parroquia de Santo Adriano del mismo lugar, o el Arcediano cuando se fue a Bulnes, Oviedo y Madrid para formarse; o Juan Pérez de Oseja que vivió en Valladolid en 1603; o Cosme Díaz de Caldevilla, que casó en Madrid con dama de la duquesa de Osuna; o Gonzalo Asturiano, natural de Soto, que embarcó para las Indias; etc, etc, etc.

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NOTAS
(1) http://www.altoesla.com/Historia/Apellidos_AltoEsla.htm

MÁS SOBRE APELLIDOS SAJAMBRIEGOS: Martino y Bulnes.

MARTINO: Me referí a este apellido al hablar de los patronímicos y, en concreto, de aquellos que tenían su origen en un nombre de pila sin la presencia del sufijo –z. Allí mencionaba también cómo Martino debe entenderse como una simple variante asturleonesa de Martín, derivada directamente de la forma latina (Martinus) y recordaba para ello tanto el caso del monje viajero, Santo Martino de León, como los varios topónimos así designados en lengua romance (entradas de 2008-10-18 y 2008-10-12, etiqueta: Nombres).

Quiero ahora hablar de los casos que aparecen en los documentos de los archivos históricos. La forma más antigua que conozco hasta el momento utilizada como apellido en la comarca es la de un Gonzalo Martino que aparece en un documento fechado el 18 de julio del año 1409. Este “Gonçalo Martino” fue vecino de Riaño y uno de los procuradores que arriendan para su concejo el término de El Frade al concejo de Valdeón por 6 años (1).

Tanto el Martino sajambriego, como los “otros Martinos” documentados en todo el antiguo reino de León, han de tener dos únicas procedencias: o patronímica o toponímica. Toponímico sería el origen del apellido de este Gonzalo si procediera del lugar de Valmartino (>valle de Martinus), a 3 km de Cistierna y a 30 km del propio Riaño. Y patronímico sería si se quisiera indicar, por ejemplo, "Gonzalo (hijo) de Martino".

Son razones por las que no creo plausible una idea que goza de cierto predicamento entre algunos vecinos de Soto y que afirma que el apellido Martino sajambriego tuvo un origen italiano. No es argumento aceptable que exista un apellido idéntico en Italia (como tantas otras palabras, pues las dos lenguas tienen el mismo origen en el latín, en este caso en la voz latina Martinus). No considero aceptable esta hipótesis cuando está perfectamente documentada en España y, en concreto, en el solar del antiguo reino de León, la forma romance en nombres y en apellidos; cuando Soto jamás se caracterizó por ser un enclave abierto a la influencia foránea, sino todo lo contrario; y cuando lo que este apellido atestigua es, en realidad, la pervivencia de una arraigada tradición lingüística autóctona.

En Sajambre, el apellido Martino ya aparece en los padrones de 1552 y está sobradamente documentado en los siglos XVI y XVII hasta la actualidad. Estoy convencida de que si no aparece antes en las fuentes es por la escasez de documentos conservados.

BULNES:
Naturalmente, el origen de este apellido es de carácter toponímico y procede de la aldea cabraliega así llamada. Documentado en Cabrales y Liébana desde la Edad Media como indicativo de procedencia, no aparece en los padrones sajambriegos de 1552 y 1555. La primera persona, documentalmente conocida, que portaba este topónimo en su nombre fue la madre del Arcediano, Juana Fernández, llamada de Bulnes, no porque fuera éste su segundo apellido sino porque procedía de este pueblo cabraliego. El Arcediano nace hacia 1583, luego hemos de situar a Juana Fernández en Oseja en el último tercio del siglo XVI.

Durante la mayor parte del siglo XVII sólo hubo una familia que llevaba el Bulnes en su apellido: la de Juan Díez de Bulnes que está documentado en 1607 como vecino de Soto de Sajambre, (Archivo Piñán, Sancho Díaz 1607-11-20). El apellido aparece en los padrones de 1680 como “Díez de Bulnes” vinculado únicamente al pueblo de Soto (5). Hay que esperar a 1705 para encontrar una segunda familia, la de Juan González de Bulnes, que fue juez del Concejo de Sajambre.

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NOTAS
(1) El documento está editado íntegramente en mi estudio: Elena E. Rodríguez Díaz, Valdeón: Historia y Colección Diplomática. El occidente de Picos de Europa en la Edad Media, ed. RIDEA, Oviedo 2000, n.19, 245-246.
(2) Los casos son muy abundantes en la documentación sajambriega: Xuan de Gutierre, Xuan de Gonzalo, Pedro de Suero, María de Simón, etc.
(3) Puede verse en Valdeón: Historia y Colección Diplomática, 324.
(4) Basta hacer una pequeña indagación superficial en la base de datos del Portal de Archivos Españoles.
(5) E. Martino, La Montaña de Valdeburón, Madrid 1980, 122.

martes, 24 de marzo de 2009

UN HÓRREO SAJAMBRIEGO DEL AÑO 1663.

Uno de los hórreos más antiguos no sólo del concejo, sino de toda la comarca y uno de los hórreos datados más antiguos de España, se levantaba intacto en Sajambre hasta hace no mucho tiempo, y todavía hoy se contemplan sus pegoyos.

1. Se trata del hórreo (panera) de la Casa de los Piñán en Oseja documentado desde el año 1626. En otro documento del 14 de abril de 1663, Pedro Piñán vende a su hermano Gonzalo, “el medio órrio nuevo de quatro aguadas que está a la parte de afuera de la cassa y cercado del dicho Gonzalo Piñán, mi hermano, con todos sus antoxanos”, que lindaba “con órrio de Pedro de Vega y María Piñán, su muger, y con el camino real y con el cercado de la casa del dicho Gonzalo Piñán” (Archivo Piñán, Gonzalo Piñán de Cueto Luengo 1663-04-14).

2. Pese a la expresión “órrio nuevo” otros documentos nos dicen que ya existía en 1626, 1636 o 1652, por lo que el epíteto debía hacer referencia al hórreo más reciente (o nuevo) de los que existían en la antigua Casa Piñán, que eran dos. Sus “quatro aguadas” están describiendo la cubierta -casi con seguridad a teja- de esta panera (llamada hórreo en Sajambre) que llegó intacta hasta finales del siglo XX.

3. El documento dice además que se hallaba “afuera de la cassa y cercado”, junto a la corralada, como así fue en efecto hasta que se construyó la carretera nacional que cruza la localidad, momento en el que se trasladó al interior del corral.

4. En el año 1798, el primogénito y titular del mayorazgo (Alejandro Piñán II) poseía como bienes vinculados “la casa de morada”, el hórreo, la corralada y la huerta de atrás, situado todo “en este barrio de Caldevilla” (Archivo Piñán, Francisco de Mendoza 1798-03-10).

martes, 17 de marzo de 2009

LA FAMILIA PATERNA DEL ARCEDIANO (6): la casa natal del Arcediano en 1655.

En un artículo que el padre Martino publicó en el año 1981 se proporcionaba la descripción que el propio Arcediano hacía de las casas que en el año 1655, diez años antes de su muerte, poseía en el barrio de Las Cortes, en donde describe su casa natal de la siguiente manera:

"...las mis casas que yo tengo en el barrio de Las Escortes, en el dicho lugar de Oseja... con el hórrio entero que está delante de dicha casa... con más la huerta de avellanos que está pegada a la dicha casa y el casar viejo que está delante de ella, con todas sus entradas y salidas, usos y servidumbre, según linda la dicha casa, hórrios y huerta con el camino que va desde El Vallejo a Caldevilla por la parte principal, y por un lado con la riega que viene de la fuente de La Yana; y de un lado de la parte de atrás, linda dicha casa y huerta con la ería que llaman de Cobilones..." (1).

1. La entrada de la casa principal daba al camino que iba del Vallejo a Caldevilla, mientras que la parte trasera lindaba con una huerta de avellanos y la ería de Cobilones. Frente a la casa, había un hórreo (hoy perdido) y detrás de ella, una huerta que aun existe (2).

2. Por su testamento de 1665 sabemos que el edificio que albergó la escuela se construyó pegado a su casa natal y no delante de ella, por lo que no queda claro qué era “el casar viejo que está delante”.

3. Lo que aquí se describe es la unidad básica de la organización tradicional del espacio rural en estas tierras. La edificación principal estaría formada por la vivienda con su antojana, establo y pajar. En el exterior, estaban el hórreo para el grano y la huerta para plantaciones frutales. Este esquema se repite en otras casas del valle en los siglos XVII y XVIII y se mantuvo inalterado desde la Edad Media hasta el siglo XIX y, en muchos casos, XX.

En la época del Arcediano muchas casas debían ser todavía casas terrenas, de una sola planta, aunque quizás no lo fuera la del Arcediano, porque su padre poseía un nivel social más elevado que sus paisanos, por su oficio de notario público. Es, precisamente, el siglo XVII la época en la que empiezan a levantarse los segundos pisos en las casas rurales asturianas.
Por la fotografía de finales del siglo XIX, sabemos que la casa era de mampostería. Así se describe también otra casa de Oseja en un documento del Archivo Piñán, en donde se dice que "el quarto de la casa de cal y canto a donde al presente mora, que se parte con casa de Alonso Díaz y linda con casa de herederos de Juan Díez de Caldebilla". El documento lo escritura el padre del Arcediano, Diego Díaz, en 1594. Los mismos nombres se repiten. ¿Estaremos ante los miembros de la misma familia? El que entrega un cuarto de su casa es el propio Juan Díez de Caldevilla (¿hermano, tío, primo de Diego Díaz quizás?), casado con María de Vega, originaria de Soto.

No existirían todavía los corredores. El corredor con su balaustrada de madera aparece tras la difusión del cultivo del maíz, pero en el medio rural asturiano no se difunde hasta la segunda mitad del siglo XIX. Las innovaciones arquitectónicas en el valle vendrían de la mano de los que habían salido de las montañas y poseían medios económicos para ello. Fue lo que hizo el propio Arcediano cuando transformó su vieja casa natal (lo veremos en el siguiente y último post de este capítulo).

Tampoco habría galerías, los corredores cerrados con vidrio, pues se difunden en el siglo XIX.

En el siglos XVII y XVIII debía estar reciente el abandono de la cubrición vegetal en hórreos, chozos e invernales y en el XVII todavía se documenta en Pío. En los años 1751 y 1783 todavía existían casas techadas con paja en Valdeón, así como hórreos “pajizos” (3) y chozos en las majadas. Una fotografía de 1891 muestra varios chozos con cubierta vegetal de forma cónica en Frañana (4).

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NOTAS
(1) E. Martino, “Don Pedro Díaz de Oseja, fundador del Colegio de San José de Oviedo (I)”, Boletín del Instituto de Estudios Asturianos 103 (1981), 112.
(2) Mi agradecimiento a Lourdes Vega por sus útiles observaciones.
(3) G. Mañana Vázquez, La Garganta del Cares, 2 vol., Oviedo 2003, apéndice documental.
(4) Conde de Sain-Saud, Por los Picos de Europa. Desde 1881 a 1924, Gijón 1995, 55.

domingo, 15 de marzo de 2009

LA FAMILIA PATERNA DEL ARCEDIANO (5): el “torreón viejo” y blasonado del barrio de Las Cortes.


* La información extraída del expediente 1531, de 1699, nunca ha sido publicada.

Los documentos que conocemos hasta el momento nos aportan información sobre lo que parecen ser 3 casas distintas, todas situadas en el barrio de Las Cortes y todas pertenecientes al Arcediano y a su familia. Vamos a comenzar por la que, sin duda, fue la casa natal del padre del Arcediano, que Diego Díaz hubo de abandonar por no ser el primogénito y para fundar su propia familia.

Hubiera o no mayorazgo, en estos tiempos era el hijo mayor el que se quedaba con la casa y, en esta familia, sabemos que su poseedor fue Pedro Díaz de Las Escortes o “el de Las Escortes” (1). Por esta razón de primogenitura, el hijo mayor de este Pedro, llamado Juan Díez de Caldevilla, heredó la casa y después de él su hijo, llamado también Juan, que es quien declara en el año 1699. Como hemos estado viendo, todos fueron familiares del Arcediano por línea paterna.

También nos dice el expediente madrileño que, a diferencia de los Piñán, no existió mayorazgo entre estos Díaz (f.15vº) y cuando leemos el testimonio de Juan Vega, de 75 años, encontramos la siguiente noticia sobre la casa que perteneció al tío del Arcediano: “cuyas armas están puestas en la casa que por su situación llaman de Las Escortes, que fue del padre del dicho Cosme Díaz de Caldevilla, y oy posee Juan Díaz de Caldevilla, su sobrino” (f. 9rº). Y otro testigo afirma en igual forma que es linaje “de armas pintar, las quales estavan en la casa de Las Escortes, donde bibió y la poseyó el padre de dicho Cosme Díaz”. Según esto, es más que probable que el padre del Arcediano viniera a nacer en una casa blasonada.

Y cuando los oficiales de la Real Chancillería de Valladolid acuden a entrevistar al nieto de Pedro Díaz “el de Las Escortes” describen dicha casa de la siguiente manera:

En dicho lugar de Osexa, dicho día, mes y año, en bista de la declaraçión anteçedente, partimos a buscar a Juan Díez de Caldebilla, que le hallamos en el barrio llamado de Las Escortes, en su casa, la qual denota mucha antigüedad, con un escudo de armas en un torrexón biexo que haçe esquina, el qual tiene por tinbre un águila con una estrella ençima…” (f.14vº).

¡Qué noticia tan extraordinaria! ¡No sólo están describiendo el escudo de armas de uno de los apellidos más extendidos por todo Sajambre (Díaz/Díez), sino que además se habla de una construcción posiblemente medieval! Vayamos por partes.

Este mismo documento nos dice, como ya sabemos, que la adición Caldevilla tuvo su origen en la ubicación de la casa de alguno de los apellidados Díaz en esta familia. Por idéntica razón, Las Escortes es una indicación toponímica en el caso de Pedro o El Palacio en el caso del abuelo Sancho. De manera que un águila con una estrella encima era el blasón del apellido propiamente dicho, o sea, del Díaz originario de Oseja y extendido por todo el concejo; o Díez porque ya sabemos que en Sajambre ambos son una misma cosa (2).

Que la casa denote mucha antigüedad en el siglo XVII y que se mencione un torreón viejo blasonado hace que pensemos, inmediatamente, en una torre medieval. Tampoco debe extrañar demasiado, y no sólo porque esta terminología sea la habitual para referirse a este tipo de edificios antiguos, sino también porque todos sabemos que en Oseja hubo otras torres medievales.

Dice el documento que ese torreón viejo y blasonado “hacía esquina”. ¿En dónde? ¿Con respecto a qué? ¿Al camino?

El único edificio de fábrica medieval del que quedaron vestigios materiales en el barrio de Las Cortes es el que permaneció en pie hasta el año pasado de 2008: la llamada Casa del Conde. Uno de sus muros lucía un gran arco de medio punto; otro de los lienzos tenía toda la apariencia de una torre o casa fuerte; las aspilleras y las dovelas del arco de la puerta de entrada proporcionaban una datación claramente medieval; la moldura en forma de arco conopial de una ventana apuntaba al siglo XV; y en el solar que quedó tras su demolición se aprecia hoy, mejor que nunca, la planta cuadrada del edificio. Pero no se recuerda (al menos que yo sepa) escudo alguno en dicho caserón.

¿Sería ésta la casa de Pedro Díaz transformada con el paso del tiempo? No lo sabemos. Ahora bien, fuese ésta o fuese otra distinta y desaparecida, está claro que en el barrio de Las Cortes de Oseja existieron nobles edificios, cuya historia empieza ahora a escribirse.

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NOTAS
(1) “…le nominavan además de el apellido Díaz ‘el de Las Escortes’, donde tenía su casa principal de morada…” (Exp. 1531, ff.5vº-6rº).
(2) Esto no quiere decir que todos los apellidados Díaz o Díez en España tuvieran este escudo de armas, sino que el escudo que aquí se describe era el del Díaz/Díez originario de Oseja.

viernes, 13 de marzo de 2009

LA FAMILIA PATERNA DEL ARCEDIANO (4): Juan Díaz de Caldevilla.

* La información extraída del expediente madrileño nunca ha sido publicada.

A comienzos del mes de octubre de 1699, los oficiales de la Real Chancillería de Valladolid que investigaban la limpieza de sangre del primo del Arcediano, Cosme Díaz de Caldevilla, llegan a Oseja para conocer la casa en la que éste nació y entrevistar al pariente más cercano que allí quedase. Todos los testigos les informaron que el lugar en el que nació Cosme Díaz se conoce como “la casa de Pedro Díaz de Las Escortes”, su padre (y tío paterno del Arcediano), aunque ahora la posea un sobrino de dicho Cosme y nieto de Pedro, llamado Juan Díaz de Caldevilla (1).

Este nombre coincide con el de un sobrino del Arcediano a quien éste cedió en foro (especie de arrendamiento) sus casas del barrio de Las Cortes en Oseja allá por 1655 (2). Diez años más tarde, en su testamento de 1665, habla de esta misma posesión, que seguía disfrutando Juan Díaz de Caldevilla, y de otra parte de la “casa vieja” que tenían los herederos de su hermana Francisca. De hecho, todos los que disfrutaban de las casas del Arcediano en Oseja eran hijos y nietos de la hermana mayor, Francisca, y de su marido Alonso Díaz de Caldevilla.

Ahora bien, ¿el Juan Díaz de Caldevilla, sobrino carnal del Arcediano, documentado en 1655 y 1665, era la misma persona que el Juan Díaz de Caldevilla de 1699?

Para que fuesen la misma persona, el sobrino carnal del Arcediano tenía que ser también sobrino carnal de Cosme Díaz y, por tanto, hijo de un hermano de éste. Por sus apellidos, el marido de Francisca, Alonso Díaz de Caldevilla, bien podría haber sido hermano de Cosme y el matrimonio, primos entre sí.

Sin embargo, en el expediente de 1699 leemos lo siguiente: “…el dicho Juan Díaz de Caldevilla dijo que su padre, Juan Díez de Caldevilla, hermano del dicho Cosme…”. Es decir, que no eran la misma persona, porque el padre del Juan documentado en el año 1699 se llamaba Juan y el padre del sobrino del Arcediano se llamaba Alonso. Además están los 44 años transcurridos entre el documento de 1655 y el de 1699.

Ahora bien, existen varios hechos para suponer que estaban emparentados. 1º) Los hijos y los nietos de Francisca Díaz y Alonso Díaz de Caldevilla (llamados todos “Díaz de Caldevilla”) fueron los que se quedaran con las casas o partes de casas que el Arcediano tenía en el barrio de Las Cortes, quizás por haber sido sus primeros sobrinos. 2º) La existencia de, al menos, un Juan Díez/Díaz de Caldevilla en cada generación de la familia paterna del Arcediano (incluso el abuelo Sancho tenía un hermano así llamado) hace que no parezca casual que Francisca y Alonso Díaz de Caldevilla eligieran para su primogénito el nombre de Juan Díaz de Caldevilla. 3º) A esto apunta también el documento que se conserva en Madrid, en donde de diferentes maneras se insiste en que todos los “Díaz de Caldevilla” estaban emparentados entre sí y aún los del apellido Díez/Díaz, aludiendo incluso a la endogamia: "...y con espeçialidad a los Dieçes, de que siempre ha habido muchos en este lugar..., casando los más de este apellido con otros de el mismo y tratándose todos los Dieçes con el reconocimiento de ser todos unos". Y 4º) Por esta razón participaban todos del mismo rango y categoría social: “todos los de estos apellidos están por hixosdalgo, con la çircunstançia de notorios, lo qual no tienen otros aunque sean hidalgos, y con que esta çircunstançia según declara el escrivano que está presente, denota ser de casas ylustres, de la primera estimaçión de esta tierra” (f.20vº). Para demostrar esto, el documento menciona a varios de ellos extraídos de diferentes padrones de la primera mitad del siglo XVII. En los de los años 1602 y 1608 encontramos a un Alonso Díez de Caldevilla (¿el marido de Francisca?) y en tales fechas aparece también entre los mismos un Diego Díez (¿el padre del Arcediano?).

En resumen, que estos personajes llamados Juan Díaz/Díez de Caldevilla no eran la misma persona pero eran parientes. Aclarar esta posible identidad de tales homónimos resulta importante para poder establecer a qué rama de la familia pertenecieron las casas que describen los documentos.
Lo vamos a ver en el siguiente post.

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NOTAS
(1) Exp.1531.
(2) E. Martino, “Don Pedro Díaz de Oseja, fundador del Colegio de San José de Oviedo (I)”, BIDEA 103 (1981), 112.
Puede consultarse también la web genealógica de Carlos del Valle:http://familiadelvalle.iespana.es/diaz-caneja.htm

jueves, 12 de marzo de 2009

LA FAMILIA PATERNA DEL ARCEDIANO (3): su primo hermano, Cosme Díaz de Caldevilla.

* La información extraída del expediente madrileño nunca ha sido publicada (1).

En el caso de Cosme Díaz de Caldevilla, primo hermano del Arcediano e hijo de Pedro Díaz de Las Escortes, tenemos un ejemplo de la suerte de algunos sajambriegos que emigraban del pueblo en busca de fortuna. Por desgracia, en los documentos van a aparecer siempre, o casi siempre, los que alcanzaron reconocimiento. Con mayor dificultad veremos reflejados en ellos a los que sólo sufrieron contrariedades en su camino, que debieron ser muchos.

Este Cosme nació en Oseja en las décadas finales del siglo XVI. Eutimio Martino sitúa el nacimiento del Arcediano hacia 1583, así que los primos debieron ser próximos en edad. Cosme tuvo más de un hermano, uno de ellos fue conocido como Juan Díez “el viejo”. Todos los testigos coinciden en afirmar que salió de Oseja siendo muy joven: “…el qual Cosme Díaz oyó deçir que avía salido de aquí mançebo a servir al rey…”; “…de donde salió mui mozo a servir al rey…”. Y en junio de 1624, ya casado, volvió a Oseja en busca de una certificación sobre su limpieza de sangre (1).

Cosme Díaz de Caldevilla salió de Oseja a buscarse la vida como soldado; arribó a Madrid; conoció a una dama o camarera de la duquesa de Osuna, llamada Francisca Rodríguez; se casó con ella; tuvieron varios hijos, conocemos los nombres de Clara e Isabel María; llegó a ser criado del rey y capitán de la guardia de a caballo del propio monarca. Vamos a oir parte de su historia contada primero por el bien informado notario público de Sajambre y después por el propio Cosme Díaz.

Agustín Piñán de Cueto Luengo, Oseja 1699: “Cosme Díaz había casado en Madrid con una camarera de la Duquesa de Osuna, y que después había venido a esta villa a haçer una informaçión de su nobleça y limpieça, y que luego se había buelto a Madrid, en donde se había muerto siendo capitán de caballos (sic). Y que no sabe quándo salió de esta villa, aunque conoçe puede haber mucho tiempo, según que oió a los más biexos que le conoçían mui poco, y lo más lo hablaban de notiçias, de donde infiere el mucho tiempo que abía (salido) de este lugar de Osexa”.

Oseja 1624, en testimonio notarial hecho ante el juez ordinario del Concejo de Sajambre, Juan Díez de la Caneja: “Cosme Díaz de Caldevilla y Las Escortes, veçino de la villa de Madrid, criado de su magestad y soldado de su guardia de a caballo, natural del lugar de Saxambre, hixo lexítimo que soi y quedé de Pedro Díez de Las Escortes y Inés Díez de Caldevilla, mis padres difuntos; y nieto de Sancho Díaz y Francisca Blanco por parte de padre, y de García Díaz de Caldevilla y Mencía Díez por parte de madre, mis abuelos difuntos”.

El Arcediano y su primo Cosme coincidieron en Madrid en los primeros años del XVII, cuando Pedro Díaz servía como notario apostólico en el tribunal del nuncio. Y entre ellos debió seguir existiendo algún tipo de contacto porque la viuda de Cosme y una de sus hijas fueron incluídas en el testamento de Pedro Díaz de Oseja.

En los padrones de 1659, toda la familia de Cosme Díaz de Caldevilla aparecía registrada como hidalgos notorios, que es lo mismo que decir toda la familia paterna del Arcediano.

Cosme murió antes de 1665, en el testamento del Arcediano aparece mencionada su viuda, Francisca Rodríguez, y una de las hijas, Clara. Por algún motivo que desconocemos, el Arcediano no incluyó a la otra hija, Isabel, entre los beneficiados. De Isabel fue hijo José Carbonel, a quien se otorgó el título de Caballero de la Orden de Santiago tras haberse probado suficientemente su limpieza de sangre y su nobleza. Esta conformidad oficial con los autos e informes presentados es lo que se escribió con enrevesada letra en el f.1vº (foto 2 del post anterior) del expediente madrileño, que se cerró el 20 de octubre de 1699.

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NOTAS
(1) Solamente, algunos nombres aparecen recogidos en la web genealógica de Carlos H. Criado del Valle: http://familiadelvalle.iespana.es/ .
(2) Mientras no indique lo contrario, todas las noticias y citas textuales están sacadas del expediente de limpieza de sangre de su nieto: AHN, Estado, Exp.1531.

miércoles, 11 de marzo de 2009

LA FAMILIA PATERNA DEL ARCEDIANO (2).



Seguimos con el capítulo de los ASCENDIENTES y seguiremos en algunos posts más, pero no voy a servirme del orden cronológico, sino que vamos a dejarnos llevar por las fuentes. En lugar de hablar primero del tío, voy a hacerlo de su hijo Cosme Díaz de Caldevilla, primo del Arcediano, porque se trata de un elemento clave para poder comprender este rompecabezas y para que ustedes vayan sabiendo en qué fuentes me estoy basando.

Dice el Arcediano en su testamento de 16 de febrero de 1665: “Iten mando a doña Françisca Rodríguez, viuda de Cosme Díaz de Caldevilla, mi primo, criado que fue de su Majestad el rey, y a doña Clara Díaz de Caldevilla, su hija, mi sobrina, residentes en la villa de Madrid, mil reales…”. Varios años después, la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid incoa expediente de nobleza a un nieto de este Cosme Díaz, llamado José Carbonel y Díaz de Caldevilla, previo a la concesión del título de Caballero de la Orden de Santiago.

En la primera carilla de este expediente de 118 páginas (véase la fotografía 1), escritas muchas de ellas con una letra infernal (un ej. en la foto 2), se dice que los abuelos maternos del pretendiente fueron: “Cosme Díaz de Caldevilla, natural del lugar de Oseja del Concejo de Saxambre, de Valdeburón, obispado de León, y doña Francisca Rodríguez, su legítima muger, natural de esta dicha villa de Madrid” (1). El matrimonio aparece siempre como vecinos de Madrid.

Como ya se ve (y se verá todavía con mayor claridad) se trata de los mismos personajes del testamento del Arcediano. En esta identidad se encuentra la primera prueba que nos permite enlazar a estas dos familias.

Estas son las dos fuentes principales en las que estoy fundamentando mis aseveraciones. Junto a ellas he utilizado también documentos notariales, fuentes ovetenses relativas a Pedro Díaz y a los canónigos Díaz-Caneja, así como varios trabajos publicados por Eutimio Martino que iré citando convenientemente.

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NOTAS

(1) MADRID, Archivo Histórico Nacional (en adelante AHN), Sección Estado, Órdenes, Pruebas de Caballeros de Santiago, exp. 1531, presentado el 26 de agosto de 1699 ante el Consejo de las Órdenes.- Puede consultarse también la web genealógica de Carlos del Valle:

martes, 10 de marzo de 2009

LOS ASCENDIENTES PATERNOS DEL ARCEDIANO, PEDRO DÍAZ DE OSEJA (1).

Varios de los barrios actuales de Oseja tienen documentados sus nombres en los siglos XIV, XV, XVI y XVII: Quintana, La Llana, El Palacio, Caldevilla y La Pandiella. A lo largo de este artículo se mencionará en varias ocasiones el de Las Cortes, por haber sido el lugar en el que se levantó la casa paterna del Arcediano. En cierta forma, haremos una pequeña historia de este barrio, que aparece siempre en las distintas fuentes documentales (incluyendo el testamento de Pedro Díaz) bajo la forma antigua de "Las Escortes".

Es sabido que PEDRO DÍAZ DE OSEJA fue hijo del escribano público, Diego Díaz de Oseja. También sabemos, porque nos lo han dicho los sajambriegos del siglo XVII, que el “de Oseja” no formaba parte propiamente del apellido y que, en el pueblo, sólo se utilizaban estas adiciones para distinguir a un Diego Díaz de otro u otros llamados igual (1). También explicamos en otro lugar la gran imprecisión que todavía se produce en muchos casos en la manera de designar a las personas, tomando las mujeres, por ejemplo, el apellido de la madre en lugar del apellido del padre (2).

De los hermanos de Diego Díaz no se sabía nada hasta el momento, sólo Eutimio Martino creyó en 1981 que un párroco de Oseja, llamado Juan Díez, podría haber sido tío del Arcediano (3), de manera que lo que expongo a continuación son datos nuevos.

Diego Díaz, también documentado como Diego Díez (4), tuvo por lo menos dos hermanos conocidos: Juan Díez, familiar de la Inquisición (en un momento explico lo que esto significa); y Pedro Díez de Las Escortes. De hecho, el mayor de los hermanos parece haber sido Pedro, el segundo Diego y el tercero, Juan. Los tres fueron hijos de Sancho Díez de Palacio y de Francisca Blanco (Francisca le pondrán por nombre a la hermana mayor de nuestro protagonista y cuadra, porque era habitual que a la hija mayor le pusieran el nombre de la abuela). El abuelo del Arcediano, Sancho Díez de Palacio, tuvo un hermano llamado también Juan Díez y, como la costumbre en la época era la de poner al primogénito el nombre del abuelo, hay que suponer que el padre de Sancho Díez de Palacio y bisabuelo del Arcediano se llamaba también Pedro.

Diego Díaz/Díez de Oseja casó con Juana Fernández, de Bulnes, y tuvieron 4 hijos: Pedro, Francisca, María y Gracia. No estoy segura del lugar que ocupa Pedro, pero parece que Francisca era la mayor de todos.
A Juan Díez/Díaz no se le conocen hijos y fue familiar de la Inquisición (en un momento explico lo que esto significa). En 1981, Eutimio Martino planteaba la hipótesis de que quizás un cura de Oseja, llamado Juan Díez, pudiera haber sido tío del Arcediano (5). No andaba desencaminado el padre Martino porque en esta familia ha habido muchos individuos llamados Juan Díez/Díaz.
Y el mayor de los tres, Pedro Díez/Díaz, "el de Las Escortes", casó con Inés Díaz de Caldevilla y tuvieron dos (quizás, tres) hijos, uno de ellos llamado Juan Díaz de Caldevilla y otro llamado Cosme Díaz de Caldevilla, que figura en el testamento del Arcediano como su “primo” (6). Conocemos su vida, a la que dedicaremos el siguiente post.
Como era habitual, Pedro, el hijo mayor, se quedó con la casa de la familia situada en el barrio de Las Cortes, en Oseja. Diego heredó el oficio que, posiblemente, también tuvo su padre o algún familiar cercano, como era normal, ya que en esta época el oficio de notario público se heredaba. En las primeras décadas del siglo XVII, actuó en Sajambre un escribano público llamado Sancho Díaz, cuyos documentos se conservan en el Archivo Piñán. No pueden ser la misma persona que Sancho Díez de Palacio (bisabuelo del Arcediano), pues el Sancho notario es posterior en el tiempo al padre del Arcediano, aunque nada obsta para que estuvieran emparentados. Volveré sobre esto en el último post de este capítulo sobre la familia paterna del Arcediano.
En cuanto al hermano Juan, aparece documentado como “familiar del Santo Oficio” (7). Un “familiar” era un oficial de la Inquisición, cuya función principal era la de proporcionar información al Santo Tribunal, o sea, espiar. Ser “familiar” llevaba implícitas muchas ventajas, entre ellas, un status privilegiado que le llevaba a estar por encima de la ley, ninguna duda sobre su limpieza de sangre, etc. Por su “oficio”, sus delaciones y el respaldo absoluto que tenían de la institución a la que servían, solían ser individuos odiados y temidos (8). Juan dejó su parte de la herencia familiar a su hermano Pedro.

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NOTAS
(1) “Siendo preguntado si Escortes era apellido dijo que no, que les avía tomado del sitio donde estava la casa” (Madrid, AHN, Estado, Pruebas Caballeros Santiago, exp. 1513, f.9vº). Ver el post titulado “Los antiguos sajambriegos explican el significado de sus propios apellidos” (Etiquetas: Nombres, Documentos).
(2) Etiqueta Nombres.
(3) Como se verá, tenía una parte de razón, ya que hubo muchos "Juan Díez" en esta familia.
(4) “…el apellido de Díez le nombran unas veces Díaz y otras Díez, siendo todo uno, porque sólo está la diferencia en la pronunçiaçión” (Madrid, AHN, Estado, Pruebas Caballeros Santiago, exp. 1513, f.13vº).
(5) E. Martino, “Don Pedro Díaz de Oseja, fundador del Colegio de San José de Oviedo”, BIDEA 103 (1981), 571-580. La web genealógica de Carlos H. Criado del Valle (http://familiadelvalle.iespana.es/ ) recoge la hipótesis publicada por el padre Martino.
(6) Esta ha sido una de las claves que permite empezar a encajar las piezas.
(7) Madrid, AHN, Estado, Pruebas Caballeros Santiago, exp. 1513, ff.15vº-16rº: "...su hermano de Pedro Díaz de Las Escortes, llamado Juan Díez, el qual era familiar // de el Santo Ofiçio y tío de el dicho Cosme Díaz de Caldebilla...". Y en el f. 17vº: "...su padre, Juan Díez de Caldevilla, hermano del dicho Cosme, fue heredero de Juan Díez, familiar, tío carnal de su padre y del dicho Cosme Díaz...".
(8) Henry C. Lea, Historia de la Inquisición Española, t.II, 137-148.

lunes, 9 de marzo de 2009

LA FAMILIA DEL ARCEDIANO, PEDRO DÍAZ DE OSEJA: ascendientes y descendientes.

Creo estar en disposición de proporcionar nuevos datos sobre la familia del Arcediano, don Pedro Díaz de Oseja (h.1583-1665). Aunque no me agradan las genealogías y, en Historia, todos conocemos los abusos cometidos por los falsos genealogistas, voy a presentar las principales ramas de esta familia sistematizando la información que se halla dispersa por diferentes fuentes publicadas y añadiendo los datos novedosos.

Como para mí, las genealogías a secas no tienen ningún sentido, iré intercalando información histórica sobre los personajes y sobre los escenarios que vayan desfilando ante nuestros ojos, de manera que, a través del linaje del Arcediano, iremos contemplando episodios de la vida de aquellas gentes. Adelanto, a modo de ejemplo, que poseo información inédita sobre la casa del Arcediano en Oseja.

Naturalmente, lo que voy a ir publicando aquí no es definitivo y, además, yo puedo cometer errores, por eso espero ir corrigiéndolo y perfeccionándolo con la ayuda de todos los que estén dispuestos. Como este sistema web lo permite, iré publicando datos y los iré completando y actualizando en fases sucesivas (por ejemplo, añadiré en una segunda etapa los aparatos críticos correspondientes para que la información pueda contrastarse con las fuentes). Pero, entremedias, colgaré artículos de otros asuntos a fin de no aburrir a los lectores que tengan intereses diferentes. Para poder seguir la pista a las modificaciones de capítulos ya publicados, todas estas entradas llevarán una etiqueta independiente: “Linaje del Arcediano”.

La información va a estar dividida en los siguientes bloques temáticos:

- Ascendientes paternos: en los ascendientes me limitaré sólo a los parientes sajambriegos y, en consecuencia, hablaré sólo de la familia del padre de Pedro Díaz.
- Descendientes de la hermana Francisca.
- Descendientes de la hermana María.
- Descendientes de la hermana Gracia.
- Otros familiares y criazones.