FOTO 1.- Inscripción que se encuentra en la ventana alta del costado norte de la iglesia de Oseja de Sajambre. Pinchar para ampliar la foto. |
Inicio la descripción de lo que hasta el momento conozco de los edificios más importantes del barrio de Caldevilla y de su significado histórico, comenzando por la iglesia. Trataré de seguir un orden cronológico en la medida de lo posible, por lo que empezaré hablando de la iglesia antigua para terminar con el estudio del edificio que actualmente se contempla en Oseja de Sajambre.
La advocación de la iglesia antigua de Oseja fue la de Santa María, patronazgo que también poseía la filial del pueblo de Soto. El nombre actual de la Asunción de Nuestra Señora no lo recibe hasta el siglo XIX.
Y hasta 1855 conservó su fábrica antigua, posiblemente medieval, que hubo de ser prerrománica en su origen, quizás reconstruida en la etapa románico-gótica y con posibles añadidos barrocos. Adosada a ella, por el lado del Evangelio, se encontraba la capilla privada de Santo Domingo construida después de 1621 y antes de 1652 (ver el artículo “La capilla de Santo Domingo de la iglesia de Santa María de Oseja” iniciado el 6 de octubre de 2008). Esta capilla quedó incluida dentro de los muros de la iglesia actual, edificada sobre la antigua con las fortunas de los hermanos Joaquín e Ignacio Díaz-Caneja y Sosa. Como se lee en la inscripción fundacional, fue consagrada en el año 1855, muerto ya don Joaquín y un año antes de fallecer don Ignacio, a la sazón obispo de Oviedo.
Es muy posible que en algunos archivos eclesiásticos se guarde información inédita sobre cómo era la iglesia antigua de Oseja. Cuando pueda desplazarme, haré un rastreo a fondo. Mientras tanto y que yo sepa, lo único que se conserva de la vieja Santa María de Oseja es una inscripción que apareció tras la limpieza y restauración del templo actual que se llevó a cabo hace unos años. Esta es la primera vez que se publica algo relacionado con esta inscripción.
El epígrafe se encuentra en la ventana rectangular más alta que mira a La Cortina, en el lateral norte. El campo epigráfico cubre el dintel monolítico del hueco y está dividido en cuatro renglones partidos en dos mitades iguales por una cruz. No puedo proporcionar las medidas ya que, dada su altura, fue difícil la aproximación a la piedra cuando se tomó la fotografía. El texto está escrito en lengua castellana con mayúsculas capitales. Carece de abreviaturas y sólo hay un nexo (A+R en Argüelles). El contenido se lee sin dificultad:
Un desconchón de la piedra impide ver con claridad la fecha inscrita. Pero estamos de suerte porque en los documentos del Archivo Histórico Diocesano de León se conserva noticia de este cura y el padre Martino la publicó en su Montaña de Valdeburón (n.192).
La fecha ha de ser forzosamente anterior al año 1737, porque para entonces don Gabriel ya había muerto, siendo sustituído por don Joaquín de Sosa y Tovar, tío de Joaquín e Ignacio Díaz-Caneja. Su datación está comprendida, por tanto, entre los años 1730 y 1736, inclusive.
La advocación de la iglesia antigua de Oseja fue la de Santa María, patronazgo que también poseía la filial del pueblo de Soto. El nombre actual de la Asunción de Nuestra Señora no lo recibe hasta el siglo XIX.
Y hasta 1855 conservó su fábrica antigua, posiblemente medieval, que hubo de ser prerrománica en su origen, quizás reconstruida en la etapa románico-gótica y con posibles añadidos barrocos. Adosada a ella, por el lado del Evangelio, se encontraba la capilla privada de Santo Domingo construida después de 1621 y antes de 1652 (ver el artículo “La capilla de Santo Domingo de la iglesia de Santa María de Oseja” iniciado el 6 de octubre de 2008). Esta capilla quedó incluida dentro de los muros de la iglesia actual, edificada sobre la antigua con las fortunas de los hermanos Joaquín e Ignacio Díaz-Caneja y Sosa. Como se lee en la inscripción fundacional, fue consagrada en el año 1855, muerto ya don Joaquín y un año antes de fallecer don Ignacio, a la sazón obispo de Oviedo.
Es muy posible que en algunos archivos eclesiásticos se guarde información inédita sobre cómo era la iglesia antigua de Oseja. Cuando pueda desplazarme, haré un rastreo a fondo. Mientras tanto y que yo sepa, lo único que se conserva de la vieja Santa María de Oseja es una inscripción que apareció tras la limpieza y restauración del templo actual que se llevó a cabo hace unos años. Esta es la primera vez que se publica algo relacionado con esta inscripción.
El epígrafe se encuentra en la ventana rectangular más alta que mira a La Cortina, en el lateral norte. El campo epigráfico cubre el dintel monolítico del hueco y está dividido en cuatro renglones partidos en dos mitades iguales por una cruz. No puedo proporcionar las medidas ya que, dada su altura, fue difícil la aproximación a la piedra cuando se tomó la fotografía. El texto está escrito en lengua castellana con mayúsculas capitales. Carece de abreviaturas y sólo hay un nexo (A+R en Argüelles). El contenido se lee sin dificultad:
SE HIZO SIENDO CVRA / DE ESTA IGLESIA DON GA[R]/ BIEL DE ARGVELLES A SU COSTA / Y A LA DE LOS BEZINOS. AÑO DE [1]73(...).
Se hizo siendo cura de esta iglesia don Gabriel de Argüelles, a su costa y a la de los vecinos. Año de 173(...).
Un desconchón de la piedra impide ver con claridad la fecha inscrita. Pero estamos de suerte porque en los documentos del Archivo Histórico Diocesano de León se conserva noticia de este cura y el padre Martino la publicó en su Montaña de Valdeburón (n.192).
La fecha ha de ser forzosamente anterior al año 1737, porque para entonces don Gabriel ya había muerto, siendo sustituído por don Joaquín de Sosa y Tovar, tío de Joaquín e Ignacio Díaz-Caneja. Su datación está comprendida, por tanto, entre los años 1730 y 1736, inclusive.
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