domingo, 1 de febrero de 2009

MITOLOGÍA DE SAJAMBRE (I.5): EL SANCINOJO, EL PELLITERO Y LOS MOROS.

EL SANCINOJO
Se trata de un ser fabuloso sin ojos o falto de vista (Vocabulario sajambriego, 489). En las mitologías astur, cántabra y vasca pervive el recuerdo del gigante de un solo ojo (Cíclope, Polifemo) que se dedicaba a asustar a las gentes. Creo posible que el mito sajambriego perdiera su único ojo por el camino y que nos encontremos ante una variante del Patarico astur, el Ojáncano cántabro o el Tártalo vasco. Más difícil me parece que podamos hallarnos ante una adaptación de Hodr, el dios ciego del invierno y la oscuridad, cuya única mención llenaba de terror a los hombres del Norte.

EL PELLITERO
Hombre o ser imaginario que corta las manos a los chicos que las tengan manchadas o ennegrecidas con peros o escuendios de nueces verdes hurtadas o comidas sin permiso paterno (Vocabulario sajambriego, 414).

LOS MOROS
En Sajambre, al igual que en Asturias, resulta muy habitual escuchar que algo es de cuando los Moros. Algunos explican esta tradición diciendo que se trata de la creencia en que los musulmanes, en su rápida huída de Asturias, dejaron tesoros escondidos en la tierra.
Sin embargo, esta tradición oral no es exclusiva de Asturias, sino que se encuentra en todo el norte cantábrico y también se atribuye a estos mismos Moros los restos de antiguas construcciones, de determinados emplazamientos y de boleras de oro que existen en algunas cuevas.
En realidad, la leyenda no alude a los seguidores del Profeta que llegaron a la Península en el año 711, sino que se refiere a una raza primigenia de seres mágicos que construyeron dólmenes y castros, que trabajaban el oro que ellos mismos extraían de la tierra y que escondían tesoros, como las citadas boleras de oro. Cuenta la tradición valdeonesa que en Corona hay una cueva en la que se guarda una bolera de oro... de cuando los Moros.

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