lunes, 8 de noviembre de 2010

MÁS SOBRE OBRAS PÍAS EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII (y 3): los Viya y los Simón.

Andrés de Viya, vecino de Soto, funda en su testamento del 31 de julio de 1703 dos obras pías sobre un doblén o buey de dos años con la condición de que el patrono fuera siempre un miembro de su familia. La primera fundación se establece con el Santuario de la Virgen de la Velilla, una de las devociones más arraigadas de Sajambre, y su patrono debía ser su hijo Pedro. La segunda obra pía la funda en Oseja y su primer patrono debía corresponder a su hijo Juan, aunque con él ya se había gastado parte de su hacienda porque en cierta época “se causaron más deudas que intereses por acidentes que sucedían en el susodicho y su poca fortuna”. Su hija Isabel y sus descendientes quedaban segundos en el derecho para acceder al cargo de administrador.

La importancia del prestigio en la comunidad que le suponía al fundador y a su estirpe el haber instituido y estar a cargo de una obra pía queda patente en una de las condiciones que establece Andrés de Viya en su fundación. Tras enunciar lo que debía hacerse para conservar y enriquecer la obra pía, añade que si llegara el caso de no poder mantenerla, con las ganancias que se tuvieran debía comprarse alguna res o hacerse algo “para que aya memoria de la dicha Obra Pía” (Archivo de la Casa Piñán, Notarial, Sajambre, Agustín Piñán de Cueto Luengo, leg.1703).

Hasta el momento, los primeros Viyas de los que tengo noticia en Sajambre datan del siglo XVI. Con anterioridad a 1550 vivieron en Soto de Sajambre Juan de Viya y su mujer, Elvira Gutiérrez, quienes engendraron a Álvaro Díez de Viya o, simplemente, Álvaro de Viya (1560-1574) y a Juan Blanco de Vierdes. Así aparecen documentados estos dos “hermanos” en una venta fechada el 28 de febrero de 1574 (Archivo de la Casa Piñán, Notarial, Sajambre, Diego Fernández de Cueto Luengo, leg.1545-1592), posiblemente por estar el segundo casado con una hermana del primero. Álvaro de Viya muere entre 1574 y 1577, momento a partir del cual empieza a documentarse su hijo, Pedro de Viya, también vecino de Soto. Durante el siglo XVII, los Viya siguen documentándose más en Soto que en Oseja. Vivían en el barrio de El Corral y, por lo que sabemos, a esta familia puede deberse la introducción del maíz en Sajambre. De todas formas, se conserva la partida de defunción de María de Viya, vecina de Oseja y mujer de Juan Bermejo, que murió el 2 de marzo de 1645, sin hijos, dejando por heredero a su sobrino Francisco de Viya. No se dice de dónde era vecino este sobrino. En 1701 vivía en Oseja un Juan de Viya.

El apellido Simón aparece ya en un documento del 19 de diciembre del año 1545 en un Juan Simón que también era vecino de Soto. Y hay que decir que de allí fueron la mayoría de los Simones que aparecen en los protocolos notariales sajambriegos. Sin embargo, es un vecino de Ribota, llamado Pedro Simón, quien reclama el patronato de una obra pía fundada por “su tío”, Gonzalo Simón, hacía más de 20 años.

Conservamos el informe del abogado, Juan de Baños, que prepara la apelación y el documento no lleva fecha. No obstante, la escritura y la ortografía indican que debe datarse en el siglo XVIII. Tampoco se dice en el texto de dónde era originario Gonzalo Simón y sólo se habla de la existencia de un pleito entre el vecino de Ribota y Pedro Redondo, natural de Pío, a causa de la propiedad de un buey que el primero decía pertenecer a la obra pía de su familia.

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