BIBLIOGRAFÍA: SAJAMBRE EN EL MIÑANO (1829).

Sebastián de Miñano y Bedoya,  Diccionario geográfico y estadístico de España y Portugal, empieza a editarse en 1826 y finaliza en 1829 a lo largo de 11 volúmenes. 

Tomo  XI (Suplemento), Imprenta de Pierart-Peralta, Madrid, 1829, pp.457B-459B.

Respeto la ortografía del original, pero actualizo acentos y puntuación a fin de hacer más cómoda la lectura.

La negrita es mía.

  
SAJAMBRE

En lugar del artículo inserto en el Diccionario, léase con más confianza el siguiente que nos ha remitido el padre fray Pedro del Carmen Grande, desde Fermoselle.

Es concejo real de España, provincia, obispado y partido de León, merindad de Valde-Burón, comprende 5 lugares con sus parroquias y curas que son Oceja, Soto, Ribota, Bierdes y Pio. Tiene 3 ermitas: la una llamada de San Roque, la otra San Pelayo que se halla en el lugar de Pio, donde no hay iglesia, y la otra de San Pedro Ad-vincula en Ribota, con quien tienen mucha devoción los naturales. 

Está situado este concejo en medio de las rocas y montañas que dividen esta provincia de la de Asturias. Su fugura es como la de un cuadrilongo con inmensidad de valles, montes, riscos, peñascos y praderas, de las que recogen yerbas para mantener sus ganados en los meses de invierno, y abunda de pastos para la manutención del ganado merino en el verano.  La tierra es feraz y produce maíz, que es la principal cosecha, algún trigo, cebada, cáñamo, patatas, y de todas legumbres, aunque no la suficiente para el consumo. Se crían uvas silvestres, pues no cultivan sus cepas ni hay tradición de quién las condujo allí. 

Tiene de circunferencia como unas 8 o 10 leguas y de estensión de S. a N. 3 y de E. a O. 4. Los lugares están en el centro a la distancia de legua y media. Sus casas son regulares, cubier/(p.458-A)tas todas de teja fabricada en el país. Los naturales, tanto hombres como mugeres, son robustos, sanos, de ingenio para cualquier arte o ministerio si hubiese quien les fomentase; pero sólo se dedican a custodiar sus vacas, que es el ganado que más abunda, hacer mantequillas esquisitas que truecan por trigo en Tierra de Campos. Los hombres también se dedican al corte de maderas con las que fabrican carros, ruedas, zarzos, aros de cubas y todo lo necesario para la labranza y van a venderlo hasta Valladolid, Zamora y Toro, llevando en retorno trigo y vino, del que hacen algún comercio con los asturianos. 

Los montes están poblados de haya, roble, abedúl blanco, acevos, plátanos silvestres, castaños, cerezos, perales,  manzanos y de otros varios frutales, todos los que produce la tierra sin que los naturales se dediquen a injertarles, pues todos los frutales son silvestres.

Sus sierras o picos elevadísimos son de piedra caliza: abunda en pastos y yervas medicinales. Hay varias canteras de escelentes jaspes de todos los colores, minerales de antimonio, azufre y otros varios que no se sabe de qué son. 

Confina por el S. con el concejo de Burón, por E. con el de Valdeón, ambos de la merindad de Valdeburón, por E. con los elevados picos de las peñas llamadas de Europa que casi siempre están cubiertas de nieve, nombre que según dicen los naturales han puesto los marinos por ser los primeros que se descubren de esta parte del mundo.  A  pesar de la mucha nieve abundan de mucha caza de rebecos, osos, venados y palotos. También confina al N. con el concejo de Amieva y al O. con el de Ponga, ambos de la provincia de Asturias.

Para entrar en el de Sajambre hay varios pasos o gargantas que allí llaman puertos, todos de herradura a escepción de uno que se llama Pontón, en donde hay un caserío y una ermita con el título de Ntra. Sra. de Pontón perteneciente al concejo de Burón. Las salidas para el Principado de Asturias son igualmente elevadas, pues desde Soto, lugar más confinante al concejo de Amieva para pasar a éste de Sajambre, hay otro puerto llamado Beza, que tiene una legua de (p.458B) subida y no es más que para caballerías, siendo el camino que está más al E. para pasar del reino de León a las Asturias, porque ya no hay más entrada para este Principado hasta la costa cantábrica.

En Ribota se reunen todas las aguas que destilan las abundantes fuentes que tienen sus valles, montes y picos, de modo que todas las aguas que vierten los términos del concejo corriendo en todas direcciones, se reunen en el citado pueblo formando un río bastante caudaloso llamado de Oseja, abundante en truchas. Desde el referido lugar se introduce a 1 legua de distancia en Asturias formando limítes al concejo de Amieva por el E. y al de Ponga por O. Aquí ya toma el nombre de Sella dándolo a Rivadesella, que es donde se introduce en el mar Cantábrico a 12 leguas de su origen. Recive varios ríos, pero todos pierden sus nombres menos el de Sella. Desde el expresado pueblo corre de S. a N. por entre unas peñas que en muchas partes parece están labradas a pico, de modo que al cuarto de hora (sic) se introduce por entre las peñas elevadísimas y hasta otro cuarto de legua no vuelve a salir. Hay sobre él dos puentes que son unas vigas atravesadas de un lado a otro de una elevación estraordinaria, de suerte que yo mismo a verlas no me atrevía a pasar sino de rodillas. Sin embargo, hay camino por el que transita la gente de a pie y los ganados.

Se crían entre los 5 pueblos unas 2.000 cabras y ovejas, 600 vacas y algunas yeguas y cerdos. En el lugar de Oseja hay una escuela gratuita para todos los 5 pueblos, dotada por un señor canónigo de Oviedo, natural de este país.

Por este pueblo y el de Soto pasa el camino real para Asturias, pero desde este último en adelante es sólo de herradura. El nombre de Sajamambre (sic), según tradición, viene de un sitio que aún existe en medio de un monte de hayas con el nombre de Salambre y aún se dice que estuvo allí el primer pueblo que hubo en el concejo.

Éste entra a formar la merindad que llaman de Valdeburón con el concejo de Burón, Maraña, Aleón y Valdeón. Esta merindad es realenga y no tiene más que un alcalde y un merino que es como un al- /(p.459-A) calde mayor alternativamente en uno de los 5 concejos. De las causas que forma este merino nadie conoce más que la Chancillería de Valladolid. Burón es la capital de la merindad. En ella hubo en otros tiempos caballeriza Real, de donde tomaron el nombre los caballos famosos buroneses, de los cuales habla ya Plinio llamándoles asturiones. Aún en tiempo del señor don Carlos IV intentaron volverla a poner y se opuso la merindad porque la privaron de todos los privilegios que tenía, como señora de montes y valles, sin que pagase nada al rey por sus propios, que son muchos, y con los que mantenía los caballos padres, mozos para cuidarles, y en sus valles los potros hasta que los sacaban para las remontas. 

Desde Pontón, limítrofe de Sajambre, inclinándose al O. para pasar a Asturias hay 3 gargantas, de las cuales 2 se llaman Arzenorie (sic) y Bustaniella (sic), pertenecientes al concejo de Burón, y la tercera más al O. llamada Tarna, en el de Maraña. Todas estas gargantas sólo son paso para caballerías y se hallan a la distancia de 4 leguas con corta diferencia.  Por Maraña, que es el último lugar limítrofe a Tarna, transitan muchos arrieros que bajan a Villada, Rioseco y aun a la corte: este camino es de N. a S. De Maraña a Acevedo, Lario, Burón, Éscaro y Pedrosa hay la distancia de 4 leguas: es tierra llana y sería abundante de pastos y ganados si no fuera por las muchas nieves.

Desde Pedrosa pasa el camino real por una pequeña garganta que llaman el Pando. Los primeros lugares que se encuentran hasta Sagún (sic) son Prioro, Morgovejo, Almanza y otros varios. Hay otro camino carretero como el de Pando que desde Pedrosa conduce a Guardo más al Oriente. A 1/2 legua de Pedrosa se halla el lugar de Riaño en la confluencia de dos ríos, el uno corre de N. a S. formado por los varios arroyos del concejo de Maraña, del distrito que hay hasta Pontón y de otros riachuelos. El otro corre de E. a O. y se forma de las aguas que vierten las montañas que dividen la provincia de Liévana que está limítrofe de esta tierra a su Oriente. Aquí toma su dirección de E. a O. bajando a la Rivera de Gra (p.459B) defes y Mansilla de las Mulas, dejando a León a 3 leguas a su derecha. Hago esta advertencia porque este es propiamente el río Esla y su origen, y todos los demás que entran en él pierden su nombre a escepción del Esla cuando se encuentra en el Duero.

Dicho río camina desde Riaño por entre peñas a un lado y otro hasta Cistierna como 4 leguas, al fin de las cuales se acaban las peñas. Por todo este distrito hay camino carretero y varios lugares a derecha e izquierda.

Entre líquenes o yervas medicinales que produce este país hay varias de que usan los naturales en sus dolencias. Entre ellas se halla la bedagambre, que pasa por ser tan eficaz como el mejor emético. Hay otra que llaman llavera, la que usan mucho para el ganado vacuno y caballar cuando ven que aquellos animales no comen o rumian. Inmediatamente se la aplican haciendo una cisura en el pecho del animal e introduciendo en ella dos porcioncitas de aquella yerba sin más preparación que cortarla de la planta, y es tanta su eficacia, que en menos de 24 horas atrae a aquella parte tanto material, que a veces abulta más que un pan de 2 libras. Después dejan destilar pócima por aquella parte a veces más de 15 días y con esto curan sus ganados aplicando esta yerba a tiempo, para la que se hallan tan diestros que parece aciertan siempre en su aplicación.  Los nombres de estas yervas son patrienses, tal vez les daría su nombre propio.

Dista 14 leguas de León al E. y N. y 30 de Valladolid al N.


FIN DE LA ENTRADA DEDICADA A "SAJAMBRE" EN EL TOMO XI (Suplemento).

1 comentario:

corubas dijo...

Existe entre los nombres comunes o vulgares de las plantas mucha confusión que es fácil de explicar ateniéndonos al escaso estudio metódico que tradicionalmente ha existido sobre la botánica y que desgraciadamente aún persiste, creo yo, en casi todos los niveles de nuestra sociedad o cultura independientemente del enfoque que le queramos dar.
En el caso del “bedagambre” mencionado esa confusión se manifiesta en que esta denominación se aplica a las siguientes especies, curiosamente todas ellas de elevada toxicidad: Aconitum napellus, Aconitum vulparia, Helleborus foetidus y Veratrum album.
Para el caso de esta última se utilizan también los siguientes nombres vulgares: vegadambre, vedagambre, vedegambre, belegambre, verdogambre, consuegra, baladro, eléboro blanco, milloquera de puerto, ajo de lobo, seguramente otros no compilados y…y hete aquí, que tenemos otros llamados o denominaciones que yo había ignorado y que ahora se me revelan del todo interesantes, éstas son: surbia, xurbia y jurbia.
Creo que instantáneamente nos trasportan a nuestra boscosa Majada Xiurbia donde el topónimo adquiriría carta de naturaleza ante la naturaleza misma. Topónimos alusivos a surbial o xurbial, que sería un prado poblado de surbias, como el Alto del Xurbial, la Peña Surbia o el Valle de Surbia, se localizan en Zamora.
Una visita a la majada para comprobar la presencia de la planta se me antoja imprescindible, aunque su ausencia demuestre poco porque puede haber sido descastada del lugar por los ganaderos.
La toxicidad de la xurbia ha sido conocida desde antiguo, conocimiento puesto de manifiesto en otro de sus nombres vulgares: ballestera, hierba o yerba de los ballesteros, ballestera blanca, por su utilización en el oficio correspondiente para emponzoñar la punta de sus flechas.
La Xurbia, para nosotros, se parece mucho a la popular genciana, Gentiana lutea, lo cual conlleva la posibilidad de un error importante, por la fuerte toxicidad de la xurbia. De hecho, se ha llegado a consumir, con consecuencias mortales debidas a su acusada acción hipotensora y ansiólitica. Ambas especies se distinguen por la distribución de sus hojas, alternas en la xurbia y opuestas en la genciana; las flores son también muy diferentes.
Para evitar intoxicaciones era costumbre en algunas zonas ganaderas que los pastores, durante la primavera, salieran al campo a varear estas hierbas venenosas para evitar su eventual consumo por parte del ganado.
En el caso de la llavera o heléboro fétido, cuyo nombre científico es Helleborus foetidus, en contraposición al heléboro verde, Helleborus viridis, también a adoptado los nombre vulgares de hierba de los ballesteros o el de vedegambre, pero en ningún caso el de xurbia.
Es planta también de fuerte toxicidad, que puede llevar a la muerte, muy reconocida como potente purgante y tóxica para el corazón; mucho más común que la anterior en todos los bosques de la montaña cantábrica y por ello más conocida. Diversas variedades, híbridos o cultivares con flores de coloraciones llamativas se comercializan actualmente para jardinería.
El efecto que produciría aplicada en una cisura o corte realizado en el pecho de un animal supondría una fortísima inflamación, incluso infección que respondería a lo empíricamente observado y narrado, “… atrae a aquella parte tanto material, que a veces abulta más que un pan de 2 libras”.
No olvidemos que en los ganados la sanación se interpretaba en ocasiones erróneamente pues se aplicaba al mal original cuando realmente la curación se debía a que el remedio utilizado no resultaba letal y el animal sobrevivía a su aplicación, mejoraba, sanaba.

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