Como
ya dijimos en otra publicación, en 1680 alrededor del 75% de la población de
Sajambre pertenecía a la nobleza no titulada. Este porcentaje correspondía al nivel
más bajo del estamento nobiliario: el de los hidalgos.
Todos
poseían los mismos privilegios (1), pero el escalafón aparece estratificado en
la documentación: hidalgos notorios, hidalgos de ejecutoria, hidalgos de posesión, hidalgos por los cuatro costados, etc. De todos ellos, nos interesan hoy los «hidalgos notorios».
El
hidalgo notorio era el que procedía de solar conocido, en ocasiones con casa
solariega y blasonada, “que no cambió a
lo largo del tiempo de vecindario o que su hidalguía era de tal notoriedad que
nadie se atrevió a disputársela” (2). En el Sajambre del siglo XVII solo había
12 apellidos que disfrutaban de dicha calidad.
La
notoriedad se perdía cuando el hidalgo cambiaba su lugar de residencia a otro municipio y en las líneas bastardas. El varón
era el que transmitía la nobleza, por lo que los hijos naturales reconocidos de
cualquier hidalgo pasaban automáticamente a serlo también. Sin embargo, tanto
los bastardos, como sus descendientes, dejaron de considerarse hidalgos
notorios en todos los padrones sajambriegos de los siglos XVII y XVIII.
Los
12 apellidos considerados hidalgos notorios en Sajambre fueron los
siguientes:
1. ALONSO
TIELVE. Solo este apellido compuesto. Los que se apellidaban únicamente Alonso, así como Alonso de la Mata y Alonso de Quintana, no fueron
hidalgos notorios.
2. BLANCO.
3. CALVO.
4. COCO.
5. DÍAZ/DÍEZ.
Lo fueron los de Oseja y los de todo el concejo.
6. DÍAZ/DÍEZ
DE CALDEVILLA. Los de Oseja y los de todo el concejo.
7. DÍAZ/DÍEZ
DE LA CANEJA. Los de Oseja y los de todo el concejo.
8. FERNÁNDEZ.
Solo fueron hidalgos notorios los miembros de la línea principal del Fernández
de Ribota. Los Fernández de Soto no lo fueron y tampoco los descendientes de un
Juan Fernández, que fue hijo bastardo y reconocido de Lupercio Fernández, de Ribota,
y que perderán la calidad de notorios a partir de 1680.
9. GÓMEZ.
Los así apellidados en Ribota.
10. MUÑIZ.
Documentado siempre según la forma antigua de «Moñiz» / «Moniz». Solo fueron hidalgos
notorios los de Soto. Los de Oseja no.
11. PIÑÁN.
Únicamente los miembros del linaje Piñán de Cueto Luengo. En cambio, son solo
hidalgos (sin la calidad de notorios) todos los Piñán de Soto, todos los Piñán
de Ribota y algunos de los de Oseja (3).
12. VIYA.
Los documentos conservados nos
dicen que solo 3 de estos 12 apellidos fueron además «hidalgos notorios por los
cuatro costados», lo que quiere decir que los cuatro abuelos (de las líneas
paterna y materna) pertenecían al estado noble. Así llegan, al menos, a
mediados del siglo XVIII.
Es el caso de los Díaz de la
Caneja, los Díaz de Caldevilla y los Piñán de Cueto Luengo.
Localmente, esta situación se
traducía en influencia y prestigio social.
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NOTAS
(1) Exención
del pago de impuestos (pechos) reales y concejiles; exención de ser reclutados en las levas militares; exención de tener
que alojar a las tropas en sus casas; derecho a disfrutar de oficios públicos; privilegios
judiciales.
(2)
Pardo de Guevara y Valdés, E. “Algunas consideraciones en torno al hidalgo español”,
en Universalidad, función social,
presente y futuro de la Nobleza, Madrid: Hidalguía, 1980, p.79. [Instituto Luis de Salazar y Castro, CSIC].
(3) Los
motivos de esta diferencia fueron relatados en Rodríguez Díaz, E. E., Prácticas de escritura de un párroco rural
leonés del siglo XVII. El Libro de difuntos de Domingo Piñán, Alcalá de
Guadaíra, 2016.
7 comentarios:
Has aparecido....gracias....qué ilusión...pronto nos veremos aunque sea poco...
Jaja, sí, he aparecido, justo tres días después de finalizar mi último compromiso científico de antes del verano. Espero que nos veamos.
Hay una matización que quiero hacer. Los Díaz de la Caneja aparecen siempre como hidalgos notorios, pero los apellidados "De la Caneja" en Soto (a secas, sin el Díaz/Díez delante), que son los herederos del Arcediano en dicho lugar, esos tuvieron una denuncia a causa de su apellido, que iba dirigida contra al coadjutor del arcedianato de Villaviciosa, Diego de la Caneja, o sea, el sobrino del Arcediano. Este conflicto también está explicado en la obra que menciono en la nota 3.
No se como lo haces entre tanto trabajo pero disfruto cada publicación. Gracias
Gracias a tí por frecuentar el blog, Modesto.
hola Elena
Estoy probando....
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