En la actual casa de Ayuntamiento existe una colección de retratos de
quienes ocuparon el cargo de Alcalde en el siglo XX, aunque incompleta, pues la
última vez que vi dicha galería faltaba el retrato de D. Juan Carlos Piñán
Díaz. Desconozco si se ha incorporado recientemente.
Tampoco estaría mal que se añadieran retratos de otros alcaldes del
siglo XX, de los que se conservan fotografías, como Francisco Díaz-Caneja, y la
carencia de imágenes de otros podría suplirse con una lista de quienes ostentaron
dicho cargo en los siglos XIX y XX.
La nómina que voy a ofrecer a continuación debe completarse con los
documentos que se guardan en el Archivo Municipal, una tarea que no he podido
acometer todavía. Sirvan, de momento, los alcaldes constitucionales más antiguos
que aparecen registrados en los documentos del Archivo de la Casa Piñán.
ALCALDES CONSTITUCIONALES DEL CONCEJO DE SAJAMBRE
1813
(Constitución de Cádiz): Don Luis de Martino, natural y vecino de Soto.
1821
(Trienio Liberal): Don Juan Bautista Piñán (de Cueto Luengo) Rodríguez, Alcalde
y Presidente del Ayuntamiento constitucional de Sajambre, natural y
vecino de Oseja.
1838
(aplicación de la Constitución progresista de 1837): Don Juan Muñiz,
vecino de Oseja.
1842
(gobierno progresista, regencia de Espartero): Don Manuel Alonso Valbuena, Presidente constitucional del Ayuntamiento
de Sajambre, vecino de Oseja.
Luis de Martino no es solo el primer alcalde conocido, sino también el
primer Alcalde del Ayuntamiento en el sentido moderno del término, ya que con
anterioridad a la Constitución de 1812, Sajambre se regía por el sistema
concejil, lo que reaparecerá en el XIX cada vez que se produzca una involución.
REGIDORES
Regidor: en el Antiguo Régimen equivalía a
los presidentes de los pueblos o vecindades. En Sajambre era un cargo electo
anual y nunca se llegó a patrimonializar.
Los documentos conservados nos están permitiendo también saber quiénes
ocuparon los restantes oficios públicos sajambriegos desde la Edad Media: jueces,
escribanos de ayuntamiento, notarios, fieles
de fechos, alcaldes de la Santa Hermandad, cuadrilleros, procuradores
generales, siseros y, por supuesto, regidores.
Lo que sucede es que dicha documentación no está seriada, por lo que
siempre existirán lagunas y periodos sin información. De otro lado, la
naturaleza de las fuentes que han llegado a la actualidad condiciona también el
contenido, con datos unas veces indirectos y otras, entresacados de testimonios
documentales variopintos, como cuando se especifica el cargo que ocupa un
determinado vecino al deslindar una propiedad en un inventario de bienes. Lo
que quiero decir es que la relación que publico no procede necesariamente de
documentos municipales o vecinales, sino de fuentes muy dispares, entre las que
predominan los ámbitos privado y judicial.
Por desgracia, la mayor parte de los documentos producidos por los concejos, pueblos o juntas vecinales se
ha perdido. Primero, porque en los primeros tiempos las disposiciones emanadas
de las asambleas no debían ponerse por escrito (Edad Media y gran parte del
siglo XVI). Más tarde porque los documentos de cada pueblo eran custodiados por
los regidores o presidentes, pasando de uno a otro según se sucedían en el
oficio. Los pueblos de mayor densidad demográfica poseían un arca destinada a
guardar sus documentos, la copa y otros atributos concejiles, pero en la mayor
parte de los casos los papeles del
concejo quedaban en las casas particulares de los presidentes hasta que terminaban
por desaparecer. Por estas razones, la reconstrucción de la historia de las
asambleas vecinales tiene un valor añadido. Ofrezco hoy un pequeño conjunto de
piezas aisladas y ensambladas cronológicamente, que han sido extraídas de
documentos dispares y que aspiro a poder completar en un futuro (aunque sea
imposible hacerlo al cien por cien).
Una última aclaración, la vecindad de Ribota y las de Pio y Vierdes estuvieron separadas, unas veces, y juntas, otras, a lo largo de la Edad Moderna. Dado que la información no procede de documentos municipales, sino de fuentes variopintas, no siempre me ha sido posible separar dichas vecindades. Por esta causa, presento los regidores de Ribota y Verdes-Pio de manera conjunta.
REGIDORES DE OSEJA
Una última aclaración, la vecindad de Ribota y las de Pio y Vierdes estuvieron separadas, unas veces, y juntas, otras, a lo largo de la Edad Moderna. Dado que la información no procede de documentos municipales, sino de fuentes variopintas, no siempre me ha sido posible separar dichas vecindades. Por esta causa, presento los regidores de Ribota y Verdes-Pio de manera conjunta.
REGIDORES DE OSEJA
1659: Cosme de Acevedo (hijo de Diego de Acevedo;
segunda generación de Acevedos asentados en Sajambre, todavía pecheros; nació
en 1601; en 1662 fue arrendatario de tabaco en Sajambre y Valdeón; tuvo 5 hijos).
1661: Pedro Alonso Llano. 1666: Pablo Díez. 1668: Andrés Díez. 1670:
Pedro Muñiz. 1677: Pablo Díez. 1680: Pedro de Vega. 1684: Juan Alonso Tielve (patrono de la
obra pía familiar). 1688: Pedro de
Suero Piñán. 1697: Domingo Díaz de Caldevilla.
1709: Santiago Alonso. 1710: Agustín Díaz de Caldevilla. 1711: Francisco Díaz. 1712: Antonio Díaz. 1714: Lucas Díaz de Caldevilla (hijo de José Díaz de Caldevilla y descendiente de
la familia del Arcediano en Oseja). 1715: Manuel Díaz de Caldevilla. 1718: Toribio Díaz de Caldevilla. 1719: Francisco Piñán. 1800: Matías Sánchez. 1803: Fausto de Vega. 1809: Fausto de Vega. 1810: Fausto de Vega. 1815: Manuel Díaz de Oseja. 1816: Tomás Rodríguez. 1825: Manuel Piñán. 1826: Manuel Piñán. 1828: José Díaz-Caneja Piñán (hijo de
José Díaz-Caneja y Sosa y Vicenta Piñán de Cueto Luengo, llamado siempre Don
José). 1837: José de Posada (en 1819
tuvo un hijo con Fausta de Acevedo). 1842:
Víctor Acevedo.
REGIDORES DE SOTO
1611: Caneja. 1642: Cosme de Suero. 1652:
Juan de Viya. 1661: Toribio de
Suero. 1662: Juan Simón. 1665: Miguel Muñiz. 1670: Juan González. 1672: Lupercio Díez. 1680: Cosme de Suero. 1697: Antonio de Palacio. 1708: Juan de Mendoza. 1709: Pedro de Mendoza (muere antes de
1722; casado con Isabel Fernández, de Ribota; padre de Pedro de Mendoza). 1710: Manuel de Posada (sobrino del
cura Juan Manuel de Posada e hijo ilegítimo de su hermano Diego). 1711: Pedro Sánchez. 1712: Domingo Díaz de Coco. 1715: José González. 1717: José Sánchez. 1718: Pedro Sánchez. 1719: Manuel Díaz de Coco. 1800: Martín de Suero. 1803:
José de Martino. 1810: Anselmo de
Martino. 1816: Luis de Martino (primer
alcalde constitucional de Sajambre; se convierte en regidor de Soto con
Fernando VII). 1842: Lorenzo
González.
REGIDORES DEL TERCIO DE ALLENDE L’AGUA
1652: Pedro Redondo. 1661: Toribio de la Puente. 1680:
Toribio del Collado. 1684: Cosme de
Granda (vecino de Vierdes). 1697:
Juan Díaz de la Caneja (vecino de Ribota). 1708:
Marcial Blanco (vecino de Vierdes). 1709:
Pedro Díaz de la Caneja (vecino de Ribota). 1710: Juan de la Puente. 1711:
Pedro Díaz. 1712: Juan Gargallo
(vecino de Pio). 1715: Lorenzo Díaz.
1718: Pedro Mayón (vecino de Pio). 1719: Ventura Sánchez. 1720: Clemente de Granda (vecino de
Vierdes; hijo de Juan de Granda y padre de Pedro de Granda; desempeñó otros
oficios públicos; fundó una obra pía para su familia). 1758: Pedro de Granda (vecino de Ribota; marido de Isabel Redondo; hijo
de Clemente de Granda y abuelo de José de Granda; patrono de la obra pía
familiar fundada por Clemente de Granda). 1800:
José Redondo Mayón (vecino de Pio). 1802:
José Díaz de Caldevilla. 1803: José
Díaz de Caldevilla. 1809: un vecino
de Vierdes. 1810: Cruz Fernández
(vecino de Ribota). 1816: Joaquín
Simón (los Simón de Ribota poseyeron una obra pía familiar fundada por Gonzalo
Simón). 1828: Florián González. 1835: Julián Díez. 1837: Francisco Fernández (vecino de Ribota). 1837: Toribio Simón. 1842:
Manuel Granda Díez.
LA OLIGARQUÍA SAJAMBRIEGA
Según esto, da la sensación que el desempeño de oficios públicos en Sajambre estuvo bastante repartido entre las distintas familias del valle. Nada más lejos de la realidad. En este blog ya nos hemos referido en otras ocasiones a las
posibilidades de enriquecimiento, ascenso social y poder que suponía el
desempeño de oficios públicos en el Antiguo Régimen. De manera que, aunque los más influyentes compartieran dicho poder, eso no significaba, ni mucho menos, que renunciaran a él.
Añado, a continuación, algunos números más para que se perciba el fenómeno con mayor claridad y se comprendan mejor las raíces de la influencia que determinadas familias siguieron teniendo en la Edad Contemporánea.
Los miembros del linaje Piñán de Cueto Luengo desempeñaron oficios públicos durante 61 años en diferentes períodos de los siglos XVI, XVII, XVIII y primera mitad del XIX. Los Piñán también poseyeron autoridad eclesiástica (comisario de la Inquisición) durante otros 31 años, es decir, ostentaron poder político en el valle a lo largo de un total de 92 años documentados (posiblemente, más). A ellos correspondió además la hegemonía económica del valle.
Los miembros de la familia Díaz-Caneja desempeñaron oficios públicos durante un total de 118 años documentados en los siglos XVII, XVIII y primera mitad del XIX.
Los miembros de la Casa de la Caneja, de Soto, desempeñaron oficios públicos (Merino Mayor, juez) un total de 10 años documentados (no parece que fuera más): 8 años por sí mismos y otros 2 a través de sus criados (alcaldes de la Santa Hermandad). Los canónigos de la familia no tenían poder de iure en Sajambre, al pertenecer el valle al obispado de Léon y ellos al de Oviedo. Sin embargo, sí tuvieron poder de facto por este motivo, en ambas mitades del siglo XVII. La Casa de la Caneja se alió con los Díaz-Caneja en un intento por afianzar su poder que, no obstante, se acabaría extinguiendo en el segundo cuarto del siglo XVIII.
Los miembros de la familia del Arcediano en Oseja y en Soto desempeñaron oficios públicos a lo largo de un total de 64 años documentados. El propio Arcediano se alió con los Piñán de Cueto Luengo para controlar la vida política del municipio y, en concreto, la de Oseja, al ser él arcediano de Oviedo y pertenecer Sajambre a la diócesis de León. A su vez, la alianza de la Casa de la Caneja con los Díaz-Caneja a fines del XVII e inicios del XVIII hizo que estas cuatro familias se convirtieran en las más poderosas de Sajambre, formando una auténtica oligarquía local, alimentada por redes de clientelismo y constantes alianzas.
Añado, a continuación, algunos números más para que se perciba el fenómeno con mayor claridad y se comprendan mejor las raíces de la influencia que determinadas familias siguieron teniendo en la Edad Contemporánea.
Los miembros del linaje Piñán de Cueto Luengo desempeñaron oficios públicos durante 61 años en diferentes períodos de los siglos XVI, XVII, XVIII y primera mitad del XIX. Los Piñán también poseyeron autoridad eclesiástica (comisario de la Inquisición) durante otros 31 años, es decir, ostentaron poder político en el valle a lo largo de un total de 92 años documentados (posiblemente, más). A ellos correspondió además la hegemonía económica del valle.
Los miembros de la familia Díaz-Caneja desempeñaron oficios públicos durante un total de 118 años documentados en los siglos XVII, XVIII y primera mitad del XIX.
Los miembros de la Casa de la Caneja, de Soto, desempeñaron oficios públicos (Merino Mayor, juez) un total de 10 años documentados (no parece que fuera más): 8 años por sí mismos y otros 2 a través de sus criados (alcaldes de la Santa Hermandad). Los canónigos de la familia no tenían poder de iure en Sajambre, al pertenecer el valle al obispado de Léon y ellos al de Oviedo. Sin embargo, sí tuvieron poder de facto por este motivo, en ambas mitades del siglo XVII. La Casa de la Caneja se alió con los Díaz-Caneja en un intento por afianzar su poder que, no obstante, se acabaría extinguiendo en el segundo cuarto del siglo XVIII.
Los miembros de la familia del Arcediano en Oseja y en Soto desempeñaron oficios públicos a lo largo de un total de 64 años documentados. El propio Arcediano se alió con los Piñán de Cueto Luengo para controlar la vida política del municipio y, en concreto, la de Oseja, al ser él arcediano de Oviedo y pertenecer Sajambre a la diócesis de León. A su vez, la alianza de la Casa de la Caneja con los Díaz-Caneja a fines del XVII e inicios del XVIII hizo que estas cuatro familias se convirtieran en las más poderosas de Sajambre, formando una auténtica oligarquía local, alimentada por redes de clientelismo y constantes alianzas.
6 comentarios:
A mí por lo menos me emocina el ver entre los Regidores de Sajambre a dos antepasados míos, Pedro de Vega en 1680 y después mi tatarabuelo Fausto de Vega en 1803 y reelegido por tres veces desde 1803 hasta 1810...Gracias por tu trabajo que me admira siempre
De nada, aquí seguimos. Me gustaría encontrar más documentación sobre este Fausto de Vega, al que eligen en los años 1809 y 1810, en plena Guerra de la Independencia. Era persona respetada, está claro, pero sé muy poco sobre él.
Quiero decir una cosa más. Los concejos o "pueblos" de Ribota y Vierdes-Pio no siempre formaron una misma vecindad, sino que a lo largo de la Edad Moderna unas veces estuvieron juntos y otras, separados. Sin embargo, como la información sobre los regidores procede de fuentes diversas, no siempre se puede precisar a qué períodos corresponden, si a etapas de unión o a etapas de separación. Por eso, los he publicado todos juntos. Además, todavía no tengo estudiada a fondo esta cuestión, aunque debía estar relacionada con disminuciones de la densidad demográfica, exactamente lo mismo que sucedió con las respectivas parroquias. Acabo de añadir un párrafo aclaratorio en el propio post .
Vale, gracias por tu aclaración
Elena, impresionante trabajo, enhorabuena.
Gracias, Belén, tú también estás haciendo una buena labor. Adelante.
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