domingo, 18 de enero de 2009

LA MÁS ANTIGUA DELIMITACIÓN DE SAJAMBRE

Cuando en el año 1005, el abad Vegito dona dos tercias partes de todas sus propiedades al monasterio de Sahagún, hay un determinado momento que expresa que lo que dona lo hace con todo lo que dichos bienes contienen y especifica que dona todo lo que (se entiende) tiene disperso por Sajambre. Estas matizaciones aparecen expresadas en el documento con fórmulas y frases características de la práctica jurídico-diplomática de la época. Es necesario comprenderlas para saber interpretar correctamente el pasaje. Sólo me ocupará dos párrafos.

Para expresar que con las tierras y prados donados ha de entenderse también todo lo que ellos contienen, utiliza una fórmula genérica de transmisión de la propiedad que tiene esta función: “in omni mea hereditate in montibus, in fontibus, in terras, in pumares, in ce[r]erales, in solares, in ortales, in nugares, in molinariis ” (“toda mi heredad: en montes, en fuentes, en tierras, en manzanos, en colmenas, en solares, en huertos, en nogales, en molinos”). Y para indicar que entrega una parte de “todo” lo que tiene en Sajambre, estén sus bienes donde estén, se repite la expresión “ubicumque ea potueritis inuenire” (“dondequiera que se puedan encontrar”).

Después de enumerar los nombres de sus principales posesiones, se dice que tales bienes se pueden encontrar en todo Sajambre, de la siguiente manera: “et in toto Saliamen, ubi illorum potueritis inuenire, siue de comparacione quomodo et de parentorum meorum, in Porto de Ueza usque in Borelio et Bezenas, duas tercias in omni mea hereditate”. Traducción: “y en todo Sajambre, dondequiera que se encuentren, ya sea por compra, ya por herencia de mis padres, desde el Puerto de Veza hasta Borelio y Bezenas, (dono) dos tercias partes de toda mi heredad ”.

Lo que quiero explicar es que, en esta época, ya existe un concepto de Sajambre como territorio delimitado. Es cierto que en diplomas anteriores ya aparece individualizado mediante el nombre Saliame y se donan propiedades que llegaban “hasta” Saliame o que se hallaban “en” Saliame, pero en tales casos nada se dice de cuáles podían ser entonces los límites de la tierra así llamada. En cambio, en el documento de Vegito se especifica: “in toto Saliame…in Porto de Ueza usque in Borelio et Bezenas…” (“en todo Sajambre… desde el Puerto de Veza hasta Borelio y Bezenas”).

Veza no supone problemas y sigue siendo límite con el concejo de Amieva, Bezenas es el actual Becenes y sigue estando en el límite con el concejo de Burón. Y Borelio es una forma toponímica no localizada. Pero si nos fijamos bien, nos percatamos que falta el límite con el concejo de Valdeón. Y el límite con Valdeón que se repite una y otra vez en los documentos medievales más tardíos es “Barrelio” (véase en mi libro Valdeón: Historia y Colección Diplomática, Oviedo 2000), o sea, el Collao Barreyo.

Parece claro (yo no tengo ninguna duda), que este “Borelio” de comienzos del año 1.000 es una corrupción del copista del Becerro de Sahagún, por equivocarse al copiar lo que a partir del siglo XIII se documenta como "Barrelio": el nombre antiguo del Collao Barreyo (en Valdeón se conoce como Collao Barrejo). No existen razones paleográficas para confundir una “a” con una “o” en ninguna de las dos modalidades de escritura visigótica, pero los frecuentísimos errores de copia podían tener otras muchas motivaciones.

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