jueves, 17 de julio de 2008

LIBROS Y DOCUMENTOS DE SAJAMBRE: un Patrimonio Histórico que es de todos y que debe protegerse.

La Historia se escribe con pruebas. Las pruebas del historiador son los documentos. La diferencia entre un simple polemista aficionado al pasado y un científico de la Historia radica –además de la formación- en el método y en las pruebas que aporta para respaldar sus afirmaciones. Los unos podrán transmitir todas las opiniones sobre el pasado que quieran, pero el científico sólo publicará lo que pueda demostrar con pruebas.

Los documentos y los libros antiguos están protegidos por la Ley de Patrimonio Histórico del Estado español (Ley 16/1985, de 25 de junio, BOE 29-06-1985), a los que está dedicado todo el Título VII. En esta Ley se establece la obligación de las autoridades competentes de salvaguardar este Patrimonio, de fomentarlo, de custodiarlo y de ponerlo en valor. Y se dice también que es obligación de los ciudadanos, que han de ser en esto responsables y respetuosos con el legado de nuestros antepasados, un bien cultural de todos los españoles.

El concepto de documento histórico es muy amplio e incluye no solamente a los documentos de archivo. Pero yo quiero hablar hoy de estos documentos administrativos que con el paso del tiempo se convierten en documentos históricos. Y documentos históricos son todos los que tienen una antigüedad mayor de 50 años.

Por esta causa, el Archivo del Ayuntamiento de Oseja de Sajambre tiene dos tipos de fondos documentales: a) el fondo administrativo vigente; y b) el fondo histórico. El responsable de custodiar el Archivo es el Secretario del Ayuntamiento, como en la Edad Media lo era el Escribano de Concejo, pues una función deriva de la otra.

En el Archivo del Ayuntamiento se conservan documentos desde el siglo XVIII bajo la forma de piezas sueltas, cuadernillos y libros. Un códice diplomático es, por ejemplo, el Catastro de Ensenada, parte del cual está digitalizado; y el documento más antiguo en su contenido (no en su forma) que guarda el Ayuntamiento son las Ordenanzas del Concejo del año 1701 o 1711, transmitidas en una copia simple del siglo XIX.

El Archivo posee también otras piezas de interesante valor histórico, entre las que se encuentran las que yo misma deposité allí hace algún tiempo. Se trata de cuatro diarios escritos por los niños de la escuela de Oseja entre 1935 y 1937. Las profesoras Encarnación Lemus e Inmaculada Cordero efectuaron un estudio sobre ellos que fue presentado como ponencia a un Congreso Nacional de Historia de la Educación, causando feliz sorpresa entre los expertos su existencia, su contenido y su magnífica conservación. Guárdelos como pequeñas joyas, señora Secretaria, por favor.

En la Casa Piñán existen también documentos de los habitantes del Concejo desde el siglo XVI. Este interesante archivo privado tuvo su origen en el trabajo de distintos notarios públicos que se encargaban de poner por escrito los asuntos particulares que llevaban a cabo los sajambriegos de aquellas épocas (compras, ventas, testamentos, etc) y en el archvo de la familia Piñán. Hay también algunos documentos públicos, por haber actuado los notarios de la tierra como escribanos de Concejo.

En la antigua Casa Rectoral había, hace años, libros parroquiales desde el año 1601 en poder del párroco, que entonces era un joven leonés con nombre de resonancias bíblicas, que no recuerdo. Desde luego, la secuencia de los libros no era completa, pero yo hice la ficha catalográfica a cuatro o cinco volúmenes de cofradías, de bautismos y no recuerdo bien si también de defunciones. La fichita de cartón la coloqué en el interior de cada uno de estos códices diplomáticos. Tengo testigos del hecho, pues me acompañó un joven que por entonces andaba enamorado de la Historia.

Al ser cosas de Iglesia, eran cosas privadas y, por consiguiente, de difícil control. De todas formas, nunca nadie se había interesado por ellos. Al menos, nadie que tuviera suficiente autoridad para tomar medidas. Pasó el tiempo y los di por perdidos. Cuál no sería mi sorpresa al encontrarme uno de ellos en manos de un particular. No sé de qué manera llegó a su poder, pero el libro debiera estar en un Archivo, como debieran estar también el resto de los libros parroquiales si es que todavía se conservan en la casa de algún otro sajambriego. Y allí debieran estar también otros diarios escolares que andan de mano en mano, con el riesgo de perderse y, en todo caso, imposibilitando a los especialistas su conocimiento y estudio. Que sean conscientes quienes se crean dueños de estas cosas, que valor material tienen muy poco, si es que tienen alguno. Lo que tienen es valor histórico. Pero, claro, ese valor histórico será papel mojado para quien no sepa interpretarlo y no quiera difundirlo.

Los documentos y los libros antiguos son patrimonio de todos y están protegidos por la Ley. Donde deben estar es en los Archivos y en las Bibliotecas, custodiados por personal especializado, conservados en su adecuado medio de temperatura y humedad, al resguardo de los accidentes caseros y de los amigos de lo ajeno.

En esos documentos y en esos libros están las pruebas con las que se escribe la Historia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El archivo de la casa Rectoral sí que lo conocí y fuí allí varios días a buscar todo lo que me interesaba de mi familia. Para mí, fue muy interesante pero siempre me faltó tiempo y ya ví desde cuando había libros. Siempre encontré lo que buscaba y por mi parte me pasaría allí todo el tiempo...Sabía lo de los diarios de los chicos de la escuela pero yo entonces tenía 5 años y todabía no ibamos. Las niñas también hacíamos ese diario, me acuerdo bien, pero yo empecé a ir a la Escuela el 38...Es una pena que se haya perdido todo.

Anónimo dijo...

Hola, Lourdes, bienvenida otra vez. Veo que ya has vuelto de tu viaje. Yo también estuve fuera una semana. Ahora preparo mi cercano viaje al norte para las vacaciones. Es importante que la gente se mentalice de la relevancia de los documentos y los libros que contienen documentos antiguos. Es importante que sepan que forman parte del Patrimonio Histórico, como las catedrales, los yacimientos arqueológicos o los cuadros del Museo del Prado. A veces se dice "este o aquel pueblucho no tiene Historia". Todos los pueblos tienen su Historia, pero ésta se encuentra en los documentos. Si los documentos no se conservan, los pueblos se quedarán sin Historia, perderán la memoria de su pasado. Por eso, los documentos y los libros antiguos forman parte del Patrimonio Histórico Español.

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón Elena y lo se bien. Siempre tuve esa inquietud por todo lo referente a Sajambre, pero ¡podía yo hacer tan poco...!por eso alabo y admiro tu labor y la de Eutimio Martino, por eso me "empapo" de vuestros conocimientos sobre nuestra tierra,así como admiro y alabo la labor de Junma para hacer algo que yo deseaba siempre: recoger tantas cosas para el Museo Etnológico, él lo sabe y sabe lo que yo le pude aportar, pienso en tantas cosas que se tiraron de nuestros desvanes...El día 2 de agosto me voy para Oseja si Dios quiere

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