El barrio de La Pandiella toma su nombre de la topografía del lugar: una pendiente pronunciada en la que se arrellana el caserío. El topónimo ya aparece en un vecino de Oseja del año 1443, llamado Alfonso Martínez de La Pandiella. Y continúa documentándose a partir de entonces en la antroponimia local (Juan González de La Pandiella en 1632, José Díez de La Pandiella en 1643, etc).
Uno de sus límites era La Cárcel (a la altura de las actuales escuelas) siempre llamada de este modo, nunca denominada Casa Consistorial o de Concejo en esta época. No obstante cumplía con dicho cometido porque no sólo poseía una función judicial, sino que también se desarrollaban en ella (o junto a ella, cuando había afluencia grande de vecinos) actos de gobierno municipal.
Siguiendo la pendiente hacia el fondo del valle, a continuación se extendía un lugar conocido como El Campo desde, por lo menos, el siglo XV. El topónimo se ha mantenido hasta el día de hoy en la casa del mismo nombre y las que le son vecinas.
Cuando en el año 1714 se efectúa el inventario post mortem de María Díaz de Caldevilla leemos: “yten ynbentariaron dos bigadas de cassa do se dize La Cassa del Campo, que se conpone de pajar y caballeriza, según linda con casa de herederos de Pedro Amigo y por abajo con cassa de herederos de Juan Alonsso Tielbe” (Archivo Piñán, Notarial, Agustín Piñán de Cueto Luengo 1714-12-19).
Pero más de 200 años antes, en el mes de enero de 1494, encontramos a un vecino de Oseja llamado Pedro del Campo (Simancas, AG, RGS, leg.149401, 74) que, como ya sabemos sobradamente, era designado de esta manera por tener su casa de morada en dicho lugar del pueblo. También aparece en documentos del siglo XVI.
Por las características del lugar, el origen de este topónimo debe referirse a lo que Francisco Tuero Bertrand, en su Diccionario de Derecho Consuetudinario e Instituciones Tradicionales de Asturias (Gijón, 1997) define como un talud o bancal “no cultivado de un metro de ancho entre dos fincas de distinto nivel en terrenos pendientes, que al mismo tiempo que evitan los corrimientos de tierras sirven de linde, perteneciendo siempre a la finca situada en el plano superior” (ibidem, p.78). Este significado del topónimo nos llevaría a una etapa en la que existían tierras de cultivo sin caserío en lo alto de La Pandiella y que, a juzgar por el documento de 1494, debemos situar con anterioridad a finales del siglo XV.
Pero el documento de 1714 proporciona más información. Nos dice que en el lugar llamado La Casa del Campo había un edificio de “dos bigadas” y que por la parte de abajo de la pendiente lindaba con casa de los herederos de Juan Alonso-Tielve. Esto es muy interesante porque nos sirve para ubicar la vivienda de una de las familias de hidalgos notorios más destacadas del pueblo de Oseja en la época del Arcediano.
Se trata de los herederos de María González, la mujer que en el año 1666 había instituído una Obra Pía y había dejado dispuesto en su testamento ser enterrada en el altar mayor de la iglesia de Santa María de Oseja (Archivo Piñán, Notarial, Tomás Díaz, 1667-09-13). Cualquiera de las dos cosas, bien la Fundación piadosa, bien el caro enterramiento que podía costearse la fundadora indican que se trataba de una familia pudiente y destacada en la comunidad local. Juan Alonso-Tielve, ya difunto en 1714, fue el hijo de María González y principal beneficiario de su Fundación. La entrada dedicada a esta obra pía puede encontrarse en la etiqueta “Historia de las Fundaciones” con fecha del lunes 12 de enero de 2009.
El documento de 1714 también dice que los herederos de Pedro Amigo tenían otra casa situada junto a la de María Díaz de Caldevilla, posiblemente por la parte de arriba de la pendiente. No sería nada improbable que a mediados del siglo XVII esa otra casa perteneciera también a la familia de los Alonso-Tielve, pues un Pedro Amigo era primo de María González en el año 1666, vivía entonces en La Yana y resultó ser uno de los beneficiarios del testamento de la fundadora. El apellido Alonso-Tielve (que se transmite compuesto) sigue apareciendo en documentos sajambriegos del siglo XIX.
Uno de sus límites era La Cárcel (a la altura de las actuales escuelas) siempre llamada de este modo, nunca denominada Casa Consistorial o de Concejo en esta época. No obstante cumplía con dicho cometido porque no sólo poseía una función judicial, sino que también se desarrollaban en ella (o junto a ella, cuando había afluencia grande de vecinos) actos de gobierno municipal.
Siguiendo la pendiente hacia el fondo del valle, a continuación se extendía un lugar conocido como El Campo desde, por lo menos, el siglo XV. El topónimo se ha mantenido hasta el día de hoy en la casa del mismo nombre y las que le son vecinas.
Cuando en el año 1714 se efectúa el inventario post mortem de María Díaz de Caldevilla leemos: “yten ynbentariaron dos bigadas de cassa do se dize La Cassa del Campo, que se conpone de pajar y caballeriza, según linda con casa de herederos de Pedro Amigo y por abajo con cassa de herederos de Juan Alonsso Tielbe” (Archivo Piñán, Notarial, Agustín Piñán de Cueto Luengo 1714-12-19).
Pero más de 200 años antes, en el mes de enero de 1494, encontramos a un vecino de Oseja llamado Pedro del Campo (Simancas, AG, RGS, leg.149401, 74) que, como ya sabemos sobradamente, era designado de esta manera por tener su casa de morada en dicho lugar del pueblo. También aparece en documentos del siglo XVI.
Por las características del lugar, el origen de este topónimo debe referirse a lo que Francisco Tuero Bertrand, en su Diccionario de Derecho Consuetudinario e Instituciones Tradicionales de Asturias (Gijón, 1997) define como un talud o bancal “no cultivado de un metro de ancho entre dos fincas de distinto nivel en terrenos pendientes, que al mismo tiempo que evitan los corrimientos de tierras sirven de linde, perteneciendo siempre a la finca situada en el plano superior” (ibidem, p.78). Este significado del topónimo nos llevaría a una etapa en la que existían tierras de cultivo sin caserío en lo alto de La Pandiella y que, a juzgar por el documento de 1494, debemos situar con anterioridad a finales del siglo XV.
Pero el documento de 1714 proporciona más información. Nos dice que en el lugar llamado La Casa del Campo había un edificio de “dos bigadas” y que por la parte de abajo de la pendiente lindaba con casa de los herederos de Juan Alonso-Tielve. Esto es muy interesante porque nos sirve para ubicar la vivienda de una de las familias de hidalgos notorios más destacadas del pueblo de Oseja en la época del Arcediano.
Se trata de los herederos de María González, la mujer que en el año 1666 había instituído una Obra Pía y había dejado dispuesto en su testamento ser enterrada en el altar mayor de la iglesia de Santa María de Oseja (Archivo Piñán, Notarial, Tomás Díaz, 1667-09-13). Cualquiera de las dos cosas, bien la Fundación piadosa, bien el caro enterramiento que podía costearse la fundadora indican que se trataba de una familia pudiente y destacada en la comunidad local. Juan Alonso-Tielve, ya difunto en 1714, fue el hijo de María González y principal beneficiario de su Fundación. La entrada dedicada a esta obra pía puede encontrarse en la etiqueta “Historia de las Fundaciones” con fecha del lunes 12 de enero de 2009.
El documento de 1714 también dice que los herederos de Pedro Amigo tenían otra casa situada junto a la de María Díaz de Caldevilla, posiblemente por la parte de arriba de la pendiente. No sería nada improbable que a mediados del siglo XVII esa otra casa perteneciera también a la familia de los Alonso-Tielve, pues un Pedro Amigo era primo de María González en el año 1666, vivía entonces en La Yana y resultó ser uno de los beneficiarios del testamento de la fundadora. El apellido Alonso-Tielve (que se transmite compuesto) sigue apareciendo en documentos sajambriegos del siglo XIX.
5 comentarios:
Me llama la atención que esas familias han desaparecido de Oseja, al menos los apellidos ¿n0?
yo no conocí a nadie con los apellidos, del Campo, Amigo, de Caldevilla, Alonso Tielme...
Me llama la atención que esas familias han desaparecido de Oseja, al menos los apellidos ¿n0?
yo no conocí a nadie con los apellidos, del Campo, Amigo, de Caldevilla, Alonso Tielme...
Cierto.
Hablaré de esto en otra ocasión.
Pero algunos de estos nombres no eran propiamente apellidos, era una manera de identificar a dos o más personas llamadas igual añadiendo su lugar de residencia.
En 1822 todavía es vecino de Oseja un José Alonso-Tielve.
Me llama mucho la atención este articulo. Mi abuelo era de La Pandiella, hoy en dia toda mi familia solo se apellida Pandiella y nos ha encantado poco a poco conocer mas de nuestra historia y de donde venimos.
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