sábado, 15 de noviembre de 2014

PRECISIÓN SOBRE UN DOCUMENTO MEDIEVAL ATRIBUIDO A SAJAMBRE



En un par de publicaciones recientes, el padre Martino sitúa en Sajambre un documento del año 876 conservado en la Catedral de León. Se trata de una venta que Vilesinda y Ermefara hacen a Felicia, Gaudiosa, Goisede y Sendina de una villa en el lugar llamado «Niagio» (uilla, que superius diximus, in predicto loco Niagio), que el erudito sajambriego identifica con el monte Niajo, situado en el término sajambriego de Ribota, casi en los límites con el concejo asturiano de Ponga. Y lo hace siguiendo una interpretación de otro autor. 

Lo explico.

El documento fue editado en el año 1981 por Gregorio del Ser Quijano (1), quien en el índice toponímico de dicho libro identifica este Niagio con (cito textualmente) «monte en el munic. de Oseja de Sajambre» (2), una identificación que asume el padre Martino.

Sin embargo, existen serias dudas sobre dicha interpretación efectuada por el profesor Del Ser hace más de 30 años. Cuando se edita su trabajo de 1981, aún no se habían publicado en su integridad los documentos originales de la Alta Edad Media que poseyó el antiguo monasterio cisterciense de Otero de las Dueñas, fundado en el año 1230, de cuya edición se encargaron José Antonio Fernández Flórez y Marta Herrero de la Fuente en el año 1999 (3) (4).

A la luz de la información transmitida en estas fuentes, lo que en el caso publicado en 1981 aparece como una «villa de Niagio» o una «villa en Niagio» parece referirse al mismo lugar que se designa como Viniagio en 43 pergaminos procedentes de Otero de las Dueñas. Dicho «Viniagio» y sus variantes corresponden al pueblo de Viñayo, perteneciente al municipio leonés de Carrocera. No hay en esto ninguna duda, ya que varios de los documentos conservados dicen claramente que se hallaba «iuxta flumen Orbego», o sea, junto al río Órbigo.

La similitud de topónimos es fenómeno frecuente en el Norte, en especial en León y en Asturias, y se explica por la común historia lingüística del territorio. Por cierto, la forma antigua que aparece en los documentos históricos para el monte Niajo sajambriego (1733 m) es la de Yaxo (5).    



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NOTAS
(1) Gregorio del Ser Quijano, Colección documental de la catedral de León (siglos IX-X), Salamanca: Universidad, 1981, p.155.

(2) Ibidem, p.320.

(3) José Antonio Fernández Flórez y Marta Herrero de la Fuente, Colección documental del monasterio de Santa María de Otero de las Dueñas, t. I (854-1108), León: Centro de Estudios de Investigación «San Isidoro», 1999. 

(4) El propio Gregorio del Ser publicó en 1994 la Colección diplomática de Santa María de Otero de las Dueñas (Salamanca: Universidad), que en parte reproduce transcripciones y resúmenes publicados en otras obras, al no haber podido el autor acceder a la totalidad de los originales.

(5) Esta variante toponímica, con otras muchas del mismo concejo, se publican en Elena E. Rodríguez Díaz, Notas y cuadernos de notas de los Piñán, escribanos públicos de Sayambre (1659-1721), Academia de la Llingua Asturiana - Universidad de Oviedo, 2015.

2 comentarios:

lourdes vega dijo...

Enterada...nada qué decir...tus estudios lo comprueban.

Elena E. Rodríguez Díaz dijo...

Existe además otra cosa y es que en el poblamiento altomedieval de esta zona de la Península no solía asignarse el nombre de las montañas o las cumbres a los lugares humanizados (villa como aldea) o explotados (villa como granja o explotación agropecuaria). Es mucho más probable que ese Niagio del 876 se refiera a algún lugar fértil en la llanura o, en su caso, al pie de las montañas, que a una montaña en sí misma como es el Niajo sajambriego.

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