miércoles, 1 de junio de 2011

APUNTES SOBRE EL CACIQUISMO EN SAJAMBRE: un episodio de 1860.

Entre 1805 y 1810, un tal Manuel de Bulnes se enriqueció a costa de muchos sajambriegos. El proceso resultó especialmente doloroso porque este personaje se aprovechó de los años más difíciles de la Guerra de la Independencia para sacar provecho personal. Varios documentos conservados en el Archivo de la Junta Vecinal de Posada de Valdeón, escriturados por notarios valdeones, certifican sus compras de propiedades en Sajambre. Entre ellas figuran algunas hechas a viudas que malvendían sus pocos bienes para poder pagar a la Iglesia los gastos que ocasionaban los funerales de sus maridos.   

Un pariente de este Manuel de Bulnes fue Manuel Díaz-Caneja Bulnes, un cacique a quien se enfrentó el pueblo de Soto en el año 1860.    

En su Crónica de 1925, Don Moisés Díaz-Caneja Piñán retrata de la siguiente manera este episodio digno de mención y estudio:     

“Por los años de 1860 tuvo lugar el famoso pleito de Vegabaño. Por las circunstancias que concurrieron, tuvo mucha resonancia.  El pleito lo sostuvo el pueblo de Soto contra D. Manuel Díaz-Caneja Bulnes (llamado Canejín en Sajambre), omnipotente cacique del concejo de Sajambre, de los de “yo ordeno y mando” que, apoyándose en ciertos escritos antiguos, pretendía una porción del terreno en Vegabaño, para cercarlo o hacer majada. El pueblo se opuso y celebrado en primera instancia el juicio en Riaño, el pueblo fue condenado, pero se apeló a Valladolid, es aquí, o sea, en segunda instancia, se falló a favor del pueblo en absoluto, cargando al parecer las costas al contrario, que pagó cara su testarudez, aunque lo que más debió de sentir fue la humillación por que pasó al verse derrotado por el pueblo de Soto, cosa que nunca creyó, más bien se imaginó que el pueblo se entregaría a discreción, o que no sería capaz de defenderse, o de contrarrestar su aparente influencia. En este asunto trabajaron con ardor y tesón 1º Francisco González, llamado El Bolao en Soto, hombre listo que tenía sus amistades y estaba muy bien relacionado, sobre todo con los Argüelles de Infiesto, que estuvieron una vez en su casa y trabajaron bien este asunto; 2º Francisco Piñán, el mayorazgo, y también Pablo de Martino y otros; el pueblo procedió con mucha unión entonces y su triunfo fue grande” (Moisés Díaz-Caneja Piñán, Apuntes descriptivos y reseña histórica del lugar de Soto de Sajambre, manuscrito inédito iniciado en 1925, pp.122-123).


5 comentarios:

ESPERANZA dijo...

Curiosa historia. Me alegra ver como el pueblo de Soto ya apuntaba entonces ese espíritu reivindicativo del que todavía sigue haciendo gala.

Elena dijo...

Sí, el pueblo de Soto se une para recuperar su Virgen en el siglo XVII, se une para combatir el caciquismo en el siglo XIX, como el pueblo de Oseja se unió para defender lo que se le escamoteaba del legado del Arcediano. Y más cosas que ya se irán contando en internet o en papel.

De todos modos, sería muy interesante estudiar el fenómeno histórico del Caciquismo en Sajambre. Quedan tantas cosas por investigar...

Lourdes Vega dijo...

sí cuando se trata de defender lo suyo lo que les pertenece a los sajambriegos siempre se unían, son muy amantes de "lo suyo" y de que nadie se ría...-al menos éramos yo también me meto- Muchas veces oí a mi abuelo nombrar al Mayorazgo de Soto...

Elena dijo...

Sí, Lourdes, eso que dices tiene un lado bueno y otro malo.

A quien Don Moisés llama "mayorazgo" era una persona y lo que fundaron en Soto los canónigos Caneja "técnicamente" no fue un Mayorazgo, posiblemente porque los bienes sobre los que se fundamentó no llegaban al mínimo exigido por la Ley. Lo que fundaron fue un vínculo eclesiástico, aunque en la práctica funcionara como algo muy parecido a un mayorazgo.

Elena dijo...

Por cierto, el "mayorazgo" al que se refiere Don Moisés en su manuscrito era un Piñán, familia procedente de Cueto Luengo que llegó a tener dos mayorazgos: uno en Oseja y otro en Soto para dos ramas de un mismo linaje.

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