domingo, 3 de octubre de 2010

EL ROBO DE LA VIRGEN DE SOTO Y LAS DILIGENCIAS PARA SU RECUPERACIÓN (1658-1660).

Imagen de la Virgen Madre, talla de 1658. Iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Nieves (Soto de Sajambre).


A Benjamín Martino, que habría
disfrutado con esta historia.
In memoriam.



Por lo que sabíamos hasta el momento, la elegante imagen de la Virgen y el Niño que se encuentra en el altar mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Nieves, de Soto de Sajambre, fue donada por los canónigos Diego de la Caneja, tío y sobrino, en el año 1658 al vecindario de la localidad sajambriega, según relató el padre Martino siguiendo el contenido de un documento conservado en un archivo privado(1).

Pero ahora sabemos que dos años después de la fecha del anterior documento, la imagen de la Virgen Madre todavía no había llegado a Soto. ¿La causa? Aparentemente, un robo. En el año 1660 continuaban las diligencias para su rescate.

En el protocolo de Gonzalo Piñán de Cueto Luengo correspondiente al año 1660 se conserva el documento en el que me baso para hacer esta afirmación. Por desgracia, se trata de uno de los registros notariales del siglo XVII que se hallan en mal estado de conservación, faltando bastantes fragmentos por rotura del soporte y estando otros severamente afectados por la humedad.

El papel roto es imposible de recuperar y sólo en pasajes muy concretos se puede deducir alguna palabra. La humedad hizo que la tinta se fuera diluyendo hasta casi desaparecer en la mitad superior de cada página, lo que afectó a una parte considerable del documento. Pese a ello, en algunos lugares he podido recuperar varios renglones gracias al tratamiento informático de la imagen. Entre paréntesis aparecerá lo que se ha perdido por completo y entre corchetes lo que se restaura, se deduce o se podría recuperar aplicando, por ejemplo, luz ultravioleta sobre el documento original.

Lo que se conserva en el Archivo de la Casa Piñán de Oseja de Sajambre es una carta de poder otorgada el día 2[1] de diciembre de 1660, mediante la cual el Pueblo de Soto, reunido a concejo, comisiona a Juan de Granda, a Toribio de Viya y quizás a una tercera persona para que acudan a la capital del Principado, supuestamente a denunciar el robo de una imagen de Nuestra Señora que les pertenecía por donación del bachiller don Diego de la Caneja, canónigo de la catedral de Oviedo, y con la que se había quedado Sebastián de Asiego, vecino del concejo de Parres en el Principado de Asturias.

Por culpa del mal estado de conservación no queda del todo clara la misión de los representantes nombrados por la Junta Vecinal de Soto y tampoco nos acabamos de enterar del todo sobre las circunstancias de la sustracción de la imagen. Tal y como está redactado el documento, no parece que se debiera al robo de ningún facineroso, sino más bien al hurto de la imagen por parte de algún intermediario en la entrega o por alguien que la interceptó antes de su llegada a Soto de Sajambre.

Omitimos la relación de vecinos de Soto asistentes a la reunión vecinal y las cláusulas finales de la carta de poder:

[Sepan quantos] por esta pública escriptura de poder vieren como nos, los vecinos y moradores del lugar de Soto, concexo de Saxambre, en la Merindad de Baldeburón, estando juntos en nuestro concexo [a son de] canpana tañida, según lo tenemos de costunbre para las cosas tocantes y concernientes a la utilidad del dicho lugar, especialmente su merçed de Cosme de Suero, juez hordinario... (se enumeran los vecinos presentes a concejo), todos juntos, unánimes y conformes, nemine discrepante, otorgamos y conocemos que por quanto el bachiller don Diego de la Canexa, canónigo de la Santa Yglesia de Oviedo y natural deste dicho lugar y conçexo, nos hiço oferta y mandó el prototipo y imagen de Nuestra Señora para la parroquia deste dicho lugar, y aviendo sido por nosotros açeptada la dicha oferta, el dicho canónigo nos remitió dicha imagen. Y veniendo dirixida a este dicho lugar, Sebastián de Asiego, veçino del lugar y conçexo de Parres, recoxió dicha ymagen y la puso en su capilla, diciendo la quería para sí. Y aunque por parte deste dicho lugar se remitió por dicha ymagen con horden de dicho canónigo, no la a querido, ni quiere dar. Por ende, usando de la dicha oferta por nos açeptada, dicimos y realmente otorgamos que damos nuestro poder cunplido quan bastante se requiere y en (...) es neçesario y más pueda y deva valer, con todas las (...) Derecho neçesarias, de suerte q[ue] por falta de(...) a Juan de Granda, r(...), Torivio de Vi[ya] (...)m[ero] de la qu[e](...) / (...) especialmente para que puedan parecer y pare[scan] (...) [...] de dicha ciudad y Principado y [...] nuestro señor y señor de su Real Consexo y ante [...] qualesquier juezes, justicias de el rei, nuestro señor, y pedir en forma al dicho [...] [de ... y más ... efecto se ... dada y se nos] entregue y para ello [...] (continúan las cláusulas acostumbradas hasta llegar a la fecha) Otorgamos ansí en el dicho lugar de Soto, del dicho concexo, a veinte y [uno del] mes de diciembre del año de mil y seiscientos y sesenta, estando pre[sentes p]or testigos: el bachiller Francisco de Horcasitas, cura del dicho lugar [...] y Gregorio [de A]cevedo, vecinos del dicho con[cexo] (...) en el [dicho lu]gar de Soto, a los quales (...) [firmaron los que] supieron y por los [que no, un testigo a ruego] (...)" (Archivo de la Casa Piñán, Notarial, Protocolos, Gonzalo Piñán 1660).

Desgraciadamente, no sabemos cómo se resolvió el conflicto. ¿Recuperó Soto la imagen que le había regalado don Diego de la Caneja? ¿O la que hoy se conserva en su iglesia parroquial es otra también antigua, pero distinta de la que fue donada originariamente? ¿Por qué no intervino el Arcediano de inmediato, pues entonces ya era la cabeza del Arcedianazgo al que estaba supeditado el concejo de Parres? Y si intervino, ¿por qué no tuvo éxito? ¿Quién era este ladrón llamado Sebastián de Asiego?

Y si los vecinos de Soto consiguieron finalmente su objetivo y recuperaron la imagen, ¿cuánto tiempo en total tardaría esta Virgen “peregrina” en llegar a Soto desde que salió de Oviedo en el año 1658?


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NOTAS
(1) Eutimio Martino, La Montaña de Valdeburón, ed. Universidad Pontificia de Comillas, Madrid 1980, n.147, p.115.

3 comentarios:

MERCEDES GRANDA dijo...

A JAMININ LE HUBIERA ENCANTADO.
QUE DIOS LO TENGA A SU LADO.

ESPERANZA dijo...

La dedicatoria no puede ser más acertada.

Al hilo de tu post, recuerdo que en una ocasión Benjamin me relató como él, estuvo años detras de una Biblia que había desaparecido del Gabinete de la Escuela de Soto, hasta que finalmente consiguió restituirla al lugar de donde nunca debió salir.

También tu entrada me ha traido a la memoria la comisión de vecinos de Soto, que se creó tras la muerte de Félix de Martino, para intentar reclamar el legado que dejó en su testamento para la supervivencia de la Escuela de Soto y que finalmente no tuvo éxito.

Me ha gustado mucho, coincido con Mercedes que a Jaminin le hubiera encantado.

No lo dejes, por favor.

Elena E. Rodríguez Díaz dijo...

No conocía el episodio de la Biblia, aunque creo saber de qué libro se trata. Le saqué foto una vez para buscar información bibliológica sobre él, como le prometí a quien me la enseñó, y la foto salió tan mal, que no se veía ni el año. Es una asignatura pendiente.
Me alegro doblemente, por tanto, de haber dedicado este post a Benjamín. Tenía ganas de hacerlo y me pareció que era el más adecuado. Me alegro de haber acertado.
Y en cuanto a lo del pueblo de Soto unido y al rescate, parece que la historia se va repitiendo. Aquí está este honroso precedente. Conociendoos, estoy segura que la Virgen se recuperó y es la magnífica talla que hoy puede verse en vuestra parroquia.

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